Mis hijos siguen dandome lecciones de vida. Hace unos días en una conversación que sostuve con una persona me decía que el creía en los ángeles, que muchas personas que habían pasado por su vida él los consideraba ángeles.

Yo también creo que mis hijos son ángeles que están en mi vida para darme enseñanzas. Mi hijo mayor me hizo prometerle ayer que no andaría preocupandome por las estupideces que la gente que esta a mi alrededor hace o dice, me dijo que siente que yo me enojo demasiado con cualquier tontería que me pasa y que eso no me hace bien… creo que tiene razón y le prometí hacerle caso.

Esta mañana al levantarme todavía me daba vueltas la conversación con mi hijo, y leyendo el libro de Benjamin encontré lo siguiente: “todas nuestras creaciones se escapan un día de nuestras manos y toman vida propia, en otras personas, en comunidades que deciden su propio futuro, en el anonimato del pueblo, y nos salvaran desde lo “otro” en la medida en que les permitimos ser ellas mismas y alejarse de nuestro dominio”

Nuestros hijos son nuestra creación, pero he comprendido que debemos dejar que crezcan y que se vayan de nuestras manos, que tomen vida propia y que tengan sus decisiones y su propia vida, cuando escucho con la madurez que un chico de 17 años me dice que “debo dejar de preocuparme por todas esas cosas, que todo esto es un asunto de tres, y que somos una familia” me pregunto ¿pero es mi “chiquito” (perdón pero mide 6 pies y 3 pulgadas) quien me esta diciendo esas cosas a mi?…

Esas creaciones son mis ángeles que con sus palabras aun inocentes y sanas vienen a salvar mi vida.. Se que se ira pronto de mi lado… se que debo dejarlo ir y dejarlo ser el mismo, alejarse de mi dominio para que termine de crecer, pero se que mi cosecha será buena, porque es un chico maravilloso, del cual me siento orgullosa.

Termino con este párrafo de Benjamin que me encantó: “ Cuando crezcan y sean una vida autónoma (los hijos), irán delante de sus padres abriendo la vida, y tirarán de ellos hacia el futuro, no dejando que se enquisten en modos congelados de pensar y de vivir”.

En estos momentos podría decirle a mi amiga Imma que ya voy encontrando los “para que” uno de ellos es: “para que descubriera mas profundamente, que la vida me dio los dos hijos maravillosos que tengo a mi lado.”