Decidir mi destino.


No se cuando comencé… pero se que fue hace muchos años, me levantaba temprano y escribía, un día comencé a escribirle a Dios. Debo tener mas de 20 años haciendolo y tengo montones de libretas acumuladas con mis escritos. Por eso cuando leí en el libro “Comer Amar Rezar” de Elizabeth Gilbert donde decía que ella le escribía a Dios me identifique perfectamente.

Por cierto, ayer fui a ver la película, y… no me gusto !!! perdí la apuesta con mi hijo, pero de todas formas quería verla, supongo que el hecho de que esté leyendo el libro, no ayudo en nada, porque el punto de vista del productor de la película o la forma en que interpreto lo que ocurría en el libro, no coincidió en absoluto con el mío.

Dice Gilbert en su libro: “A todos nos gusta levantarnos tarde, pero hay personas que llevan milenios levantandose antes de que salga el sol para lavarse la cara e ir a rezar. Y después luchan ferozmente para mantener sus convicciones durante la locura del día correspondiente” eso me pasa… que difícil es mantener mis propósitos de la mañana después de que arranca la locura del día.

Hoy es un día de esos en los que quisiera sentarme en mi escritorio y tener la respuesta a muchas preguntas sobre lo que debo hacer en mi vida, tener la certeza de que las decisiones que tomo son las correctas y que puedo ponerme en manos de Dios y que el me guiara por el camino correcto.

Se que muchos pensaran que es tonto tener fé… pero yo tengo FE. Dice Gilbert: “La fe no es racional, si lo fuese no seria Fé. La Fe es la creencia de lo que no se puede ver ni tocar. Es caminar de frente y a toda velocidad hacia las tinieblas… Me importan un bledo las evidencias, las pruebas y las demostraciones, Lo único que busco es a Dios. Quiero tener a Dios dentro de mi. Quiero que Dios corra por mis venas como el sol corretea la superficie del agua”

Pues de eso es lo que tengo deseos, de lanzarme a toda velocidad hacia las tinieblas… con la certeza de que saldré a camino porque Dios se encargara de sacarme.

En el libro leí esto sobre el destino: “En mi destino hay muchas cosas que se me escapan, pero otras están bajo mi jurisdicción… Puedo decidir como paso el tiempo, con quien comparto mi vida, mi dinero, mi cuerpo y mi energía. Puedo seleccionar lo que como, leo y estudio. Puedo establecer como voy a reaccionar ante las circunstancias desfavorables de la vida, si voy a considerarlas maldiciones u oportunidades… Puedo elegir las palabras que uso y el tono de voz que empleo para hablar con los demás. Y por encima de todo puedo elegir mis pensamientos”

Es maravilloso sentir que, hoy en mi vida, puedo controlar todo esto, y de repente me he llenado de una libertad que me sobrecoge. Hoy he decidido que las cosas materiales son eso materiales y que, el día que me toque partir de esta tierra, no podré llevarme ninguna de esas cosas materiales conmigo… Lo único que me llevaré, es la satisfacción de lo vivido, lo que le puedo dar y enseñar a mis hijos, que no es material… y cada hora, cada segundo y cada minuto que he pasado por esta tierra.

No tengo todavía muy claro el rumbo que debo dar a mi vida… cada vez que creo que ya podré estar tranquila surgen nuevas cosas; lo que si tengo claro es lo que no quiero hacer en mi vida. Hoy con el descubrimiento de todo lo que tengo en mis manos sobre lo que si puedo decidir, y mi fe ciega en Dios, se encargarán de guiarme por el mejor camino.

2 comentarios en “Decidir mi destino.

  1. Recientemente he estado cuestionándome muchísimo el asunto de la Fe. He estado yendo a misa los Domingo a acompañar a mis hijos que están por hacer la comunión, y ya estoy que ni oro. Me parecen fútiles los sermones de los curas y banales las arengas por tratar de que mas personas vengan a la iglesia…

    Me hace recordar los retiros del colegio, donde muchos iban por que era obligatorio y no porque tenían fe.

    Sin embargo, ayer, me puse a escuchar música y lo que escuche me hizo, analizar y reorganizar mis pensamiento sobre lo que yo llamo mi fe.

    Se trataba de la canción de Nino Bravo que se llama «Sin Darte Cuenta» y que reproduzco aquí con tu permiso:

    Sin darte cuenta olvidarás
    la fe que tenías
    y poco a poco perderás
    amor y alegría.

    Y la codicia de tener aún más
    sin darte cuenta pronto sentirás.
    Perderás la calma
    dentro de tu alma,
    lleno de pasiones,
    lleno de ambiciones,
    no serás feliz.

    Sin darte cuenta negarás
    tu Dios y tu amigo
    y con orgullo mostrarás
    lo mal conseguido.
    Y al verte en un espejo
    cansado, solo y viejo,
    frente a lo mucho que has logrado
    sin darte cuenta pedirás perdón a Dios.

    Y al verte en un espejo
    cansado, solo y viejo,
    frente a lo mucho que has logrado
    sin darte cuenta pedirás perdón a Dios…

    Yo como la Sra. Gilbert (yo también lo estoy leyendo) Quiero que mi «DIOS» corra dentro de mis venas, sin necesidad de tener la confirmación de otros de que tengo fe o no…

    1. Gracias por compartir esos pensamientos conmigo… muchas veces al ir a la iglecia tambien a veces me entra ese sentimiento, pero sigo creyendo en Dios y tomo con pinzas todos esos asuntos… Finalmente el es el unico que nunca nos abandona!!!

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