Comenzó el año, y yo ando definiendo mis propósitos, trato de llenarme del optimismo que normalmente nos acompaña en estos días.

Tengo en mi escritorio un calendario de Mafalda, soy fanática de ella.. y en la caricatura de comienzo del año Felipe le dice a Mafalda que “Lo lindo del año nuevo es que viene todo lleno de días sin estrenar… es como empezar a escribir en un bloc con todas sus hojas lisitas y en blanco” y es asi al principio de año llegamos llenos de expectativas de que podemos hacer, planificar, programar lo que nos venga en gana porque tenemos 365 días por delante limpios para disponer de ellos.

A propósito del nuevo año comencé esta mañana a leer un libro de Albert Nolan, que tenia visto hace unas semanas: “Esperanza en una época de desesperanza”. Algo me decía que encontraría en el muchas reflexiones interesantes y no me equivoque. Finalmente me quede con esta frase esta mañana: “ Vivimos en una época de desesperanza, no solo porque la gente ha construido sus esperanzas sobre fundamentos inestables, sino también porque muchos hemos estado esperando cosas insustanciales”

De pronto pensé: ¿Había construido mis esperanzas sobre fundamentos inestables? Creo que no, si así hubiera sido cuando los embates del viento llegaron a mi vida, hubieran arrasado con todo lo que tenia y creía, y con toda mi esperanza. Creo que el fundamento de mi vida, de mi esperanza son mis valores que están bien afianzados y firmes.

Sin embargo pensando un poco mas despacio, tal vez si he pasado un tiempo de la vida esperando cosas insustanciales… y ¿que quiere decir eso?: cosas vacías, que no llenan nuestra alma y nuestro corazón. De repente pasamos por la vida esperando cosas que nunca nos van a satisfacer plenamente, cosas del mundo, aquellas cosas que no podremos llevarnos a la eternidad.

Dice Nolan: “Para un cristiano, hay esperanza. Siempre hay esperanza. Como dice Pablo, nosotros esperamos contra toda esperanza, es decir, nos mantenemos llenos de esperanza aun cuando parezca que no hay ningún signo de esperanza… Porque nuestra esperanza no se basa en los signos. Nuestra esperanza se basa en Dios y únicamente en El”

Nolan cita el Salmo 146: “No confiéis en principes, en seres mortales que no pueden salvarse… Dichoso aquel… cuya esperanza es el Señor su Dios”

“No podemos basar nuestra esperanza en ninguna clase de líderes humanos, no solo porque todos, incluidos nosotros somos falibles, débiles y propensos a cometer errores, sino por una razón mas importante: porque ninguno de nosotros, individualmente o en conjunto tiene el conocimiento o el poder suficiente para salvar el mundo… Tampoco podemos depositar toda nuestra esperanza y confianza en ninguna clase de institución humana: partidos políticos, Iglesias, gobiernos…todos pueden equivocarse y fallar. Y no podemos basar nuestra esperanza en ninguna clase de ideología”

Entonces ¿Que hacer?No confiar en nada ni en nadie, no, esa no es la cuestión… sino que “aun cuando debemos valorar y apreciar la contribución de los poderosos, las instituciones y las ideologías, no debemos de tratarlos como si fueran el fundamento absoluto e inquebrantable de nuestras esperanzas de futuro, por que ahora estamos empezando a descubrir lo poco fiable que son todas estas cosas… debemos pues valorarlas pero… Poner toda nuestra esperanza y confianza en Dios” y yo añado que es lo único y verdaderamente confiable y que nunca nos ha fallado.

Buscar a Dios y encontrarlo en nuestro interior, escucharlo y dejar que el vaya guiando nuestros pasos para andar por el camino correcto. Al leer esto se ve un propósito aéreo, pero ya me he tomado el tiempo de traducirlo en acciones concretas que creo que me llevaran en la dirección y el sentido correcto.

Si, estoy convencida que en este momento de mi vida… he pasado mucho tiempo esperando cosas vacías e insustanciales… Así que vuelvo a retomar el rumbo y hoy solo quiero esperar en mis 365 días disponibles , aún sin estrenar, en aquellas cosas de veras importantes… aquellas cosas fundamentales que si podré llevarme conmigo a la eternidad.