“Si al acabar este tiempo descubro que sigo planteándome interrogantes, lo debería ver como un signo de madurez y alegrarme de aceptar que no siempre voy a tener respuestas… Detente, toma te tiempo, no llenes todos los vacios… Silencio, escucha, contemplación, dedicación de tiempo, atención, asombro” Esther de Waal, Invitación al asombro.

Normalmente creemos que debemos tener respuestas para todo lo que pasa en nuestra vida. Creemos que podemos controlar todo, y como pasa en las matemáticas podemos tener el control de todas las variables… pero la vida es distinta. Nunca encontraremos respuesta a todas nuestras interrogantes.

He retomado este año la lectura de un libro que hace unos tres años me ayudo mucho en mi vida. “El Encanto de la vida Simple”, la autora Sarah Ban Breatnach, escribe para mujeres, pero creo que también podría servir para cualquiera que quiera darle un giro distinto a la vida, es una lectura para cada día:

“Normalmente desconocemos porque algo ha ocurrido en nuestras vidas y continuaremos sin comprenderlo hasta estar bastante distanciados como para analizarlo en perspectiva”, escribe Sarah… y he pensado que esto tiene mucho que ver con la reflexión de Esther… debemos aceptar que no siempre tendremos respuestas a nuestras preguntas, a las cosas que nos ocurren que no podemos explicar…

Lo que normalmente hacemos, la mayoría de las personas es mortificarnos todo el día y cada día, sufrir, angustiarnos, y tratar de buscarle explicación a lo que nos pasa, respuesta a las preguntas, y no logramos aceptar que hay ocasiones en nuestra vida en que no hay respuestas… en que no debemos esperar respuestas… solo Dios las tiene y debemos esperar el momento que El considere oportuno para darlas… si tengo todas las respuestas en mi vida ¿Cómo seguir creciendo en el camino hacia Dios?

¿Que debemos hacer entonces?. Tanto Esther como Sarah, nos dan consejos que a la luz de los problemas pueden resultar difíciles de seguir:

• Detente, tomate el tiempo y no trates de llenar todos los vacios.
• Haz silencio, escucha, dedica tiempo a contemplar y asombrarte con las cosas que ocurren en tu vida.
• Alaba las circunstancias que te toca vivir esto nos enseñara a tener FE.

Se que es difícil… pero es lo que trato de hacer en mi vida.