Esta semana que pasó estuve reflexionando sobre la lectura de mateo de la multiplicación de los panes.
Siempre he pensado en esa lectura desde otro punto de vista. Se que a los ojos de los que leemos la biblia puede ser mágico y se considera uno de los grandes milagros de Jesús. A partir de unos pocos panes y unos peces se pudo saciar el hambre de unas miles de persona, según dicen los evangelios.
A mi en lo particular siempre me ha gustado pensar en algo mas realista, menos mágico. Al pensar en este evangelio se me ocurre imaginar a todas aquellas personas sentadas allí al descampado, algunos no tenían nada y otros teniendo algo para comer; de repente los apóstoles recorren la multitud y recolectan lo poco que cada cual tenia y lo re-distribuyen entre todos y la comida, que en principio no alcanzaba para nada, después de ese compartir, alcanza y sobra.
Puede ser que muchos piensen que lo que digo es un sacrilegio, pero por un momento cierro los ojos y pienso lo maravilloso seria el mundo si lográramos recoger lo que todos tenemos y distribuirlo, estoy convencida de que, lo que existe sobre la tierra, alcanzaría para todos y sobraría.
Eso me ha hecho pensar en mi vida personal y como, muchas veces en nuestras casas, desperdiciamos comida. Preparamos una cena y uno siempre quiere que sobre, “para que no falte” y después queda muchísima comida. Esta semana me encontraba de vacaciones en casa de mi hermana y siempre me asombra la capacidad que ella tiene de reciclar, en su casa, puedo decir, que normalmente nada se tira a la basura, todo se aprovecha, y me parece maravilloso de su parte.
También he pensado en muchas personas que andan con sobre-peso, con unos grados de obesidad alarmantes, porque ingieren mas alimentos del que necesitan, a mi también me pasa que a veces como sin necesidad, mas allá de lo que debería, y mientras ¡cuántas personas no tienen que llevarse a la boca en todo el día!
Dice Pagola: “Si compartimos lo poco que tenemos se puede saciar el hambre de todos”
Hoy quiero hacer el propósito de no desperdiciar la comida que podría faltarle a los demás, segundo, compartir lo que tengo para poder ayudar a saciar el hambre de muchos que no tienen que comer, y por último cuando sienta la tentación de comer mas allá de mis necesidades, recordar a todos aquellos que no tienen el pan de cada día que con tanto fervor pedimos en el Padre Nuestro.
¡POR CIERTO: UN POST SENTIDO Y HUMANO, COMO ERES TU!
¡FELIZ CUMPLEAÑOS! SALUDOS A LA FAMILIA,
MARCIAL Y MARCELA, DESDE ARGENTINA