Ha sido una semana larga porque he estado esperando… esperando que termine el año de trabajo, que lleguen las vacaciones, que llegue mi hijo, que llegue mi hermana, y ha sido eterna… pero por eso la hace mas propicia para pensar y escuchar.
En esta semana estuve intentando hacer un ejercicio mientras caminaba, traté de poner mi mente en blanco, no pensar en todos los compromisos, problemas o cosas que tenia pendiente. Que difícil es no pensar en nada y dejarnos llevar y escuchar la voz de Dios.
Lo que he aprendido de las reflexiones de esta semana leyendo a Pagola es: que solo es posible escuchar a Dios en medio del silencio y la soledad. He hablado mucho de esto en mi blog, sé que parece una frase trillada y repetida, pero Adviento es una época de reflexión, de ponernos atentos a lo que Dios nos tiene que decir y eso solo es posible desde el silencio y la soledad. Ese mensaje nos llega a través del Espíritu, pero debemos escuchar atentamente y dejarnos transformar por el. Debemos aprender a encontrarnos con nosotros mismos con profundidad y sinceridad, para eso es necesario aprender a callar, dejar de hablar y escuchar. La ultima frase que me llegó muy profundo fue la siguiente: cuando hayas logrado hacer silencio, callar, escuchar, dejarte llevar por el espíritu, encontrarte contigo mismo… eso que descubras ahí dentro, lo mejor que hay en tu vida, en eso… ahí está Dios
Asi que en eso he estado… haciendo silencio y escuchando solo espero descubrir eso que me hace vibrar para ahí encontrar a Dios