Zombis, videos, Duarte… llamadas, escritos, creatividad.  Estas son las palabras que desde esta mañana Fer y yo hemos escuchado repetidamente en esta casa. Ya sabemos que Guillermo se trae algo entre manos, alguien le ha encargado hacer algo, nadie le va a pagar, no es trabajo, lo hace por placer, lo hace con amor y sobre todo con pasión.

Y he pensado en esto, porque esta mañana el sacerdote que oficiaba la misa, le dio una vuelta a eso que viviremos en estos días de Semana Santa. El decía que la mayoría de las veces asociábamos Pasión a la muerte de Jesús, pero si lo miramos desde otra perspectiva, Jesús fue un apasionado de lo que creía, vivió y murió lleno de Pasión por Dios y por creer que el mundo podía ser distinto, podía ser mejor.

¿Cuántos de nosotros intentamos vivir con pasión lo que nos toca hacer en nuestra vida? De verdad creer y estar dispuestos incluso a morir por aquello que queremos. Lo digo, porque personalmente no creo ser muy apasionada, tengo disciplina y por eso hago las cosas con tenacidad, pero apasionada no es una de mis virtudes.

Viendo a mi hijo mayor, su tenacidad, su perseverancia y como vive todo con tanta pasión, me siento orgullosa de él. Honor a quien se lo merece: eso lo heredó completamente de su padre, que vive lleno de pasión todo lo que hace; pero Guillermo, aprendió algo que lo va a llevar muy lejos en su vida: Disciplina, y tal vez eso lo aprendió de mi.

Los hijos son nuestro reflejo, y ¡que felices somos los padres cuando descubrimos en ellos nuestras virtudes! Sé que también se llevan nuestros defectos y nuestras frustraciones, como dice Joan Manuel Serrat, pero yo me conformo con saber que aprendieron de nosotros las cualidades que los harán ser mejores hombres y mujeres a lo largo de su vida.

Esto post está dedicado Guillermo… a su Pasión y a la disciplina con la que ha emprendido todo en su vida. Te quiero mucho