Desde que tuve aquel accidente mi vida se ha convertido en una eterna espera, pero yo mantengo viva cada día la esperanza. Y por eso cada tarde vengo aquí y me siento frente al mar. Todas las brujas me lo han dicho. Aunque decir todas es como que he visitado muchas y para hacer honor a la verdad solo han sido cuatro. La primera fue doña María una señora dominicana que tenia fama de adivinadora. Cuando recuerdo todo lo que me dijo aquella vez aún se me encrespan los pelos. Porque de verdad esa mujer nunca me había visto antes y me dijo tantas verdades, que yo mantengo una fe ciega de que el resto de las cosas que me dijo se cumplirán.
— Carlos, mira tu tienes una puntería espectacular para arreglarle la vida a otros — le había dicho Cristina su amiga — pero cuando se trata de arreglar la tuya eres un desastre ¿Por qué no me dejas que te lleve donde una bruja.
— ¿Una bruja? Tu te estas volviendo loca.
— Bueno, no es una bruja, bruja, sino que una mujer que te lee las cartas y te dice para donde va tu destino, creo que si tuvieras una idea más clara de a donde te diriges, supieras como llegar.
Y fue cuando accedí a ir donde la bruja, bueno donde doña María, fue la primera que visité. Como te decía después del accidente se me daño la cadera y el hombro derecho. Estuve 6 meses incapacitado en cama y el día que me tocaba regresar al trabajo me estaba esperando el mismo gerente de recursos humanos, ni me dejo llegar a mi área de trabajo y me llevó a su oficina. Después de dar mil rodeos me soltó de repente que mi puesto se lo habían dado a otra persona y que me mandaban de vuelta para mi casa. Fueron días de mucho pesar, 21 años dedicado a una empresa para que el día que les da la gana te dan una carta y las gracias y te dejan sin nada. Porque tu sabes que esa gente hizo una mafia grande y me dejaron sin un céntimo. Por eso yo les puse la demanda y desde entonces estoy a la espera.
El día que llegué con mi amiga a donde doña María, aquel era un lugar que olía a magia. Desde que me paré enfrente de la puerta, sin que Cristina me lo dijera sentí que habíamos llegado. Yo me detuve solito y entonces Cristina me miro y yo le dije: ¿Llegamos verdad? Ella asintió con cara de asustada. La vibración positiva que salía de aquella casa se sentía a través de aquella puerta. Porque tu sabes yo cuando algo me da mala vibra me pongo enfermo. Es como si me comiera toda esa energía negativa y me dan nauseas y lo único que me mejora es venir al mar y respirar el aire lleno de yodo, ese aire es como la medicina, lo inspiro y cuando espiro sale la energía negativa que se me había metido en el cuerpo.
Como te decía entonces, conocí a doña María y su casa llena de santos. Tu sabes que yo he leído mucho y creo mucho en los santos y cuando yo llego a una casa donde hay santos seguro que la cosa va por buen camino. La Virgen de la Caridad hizo tres profecías de este país y ya dos de ellas se han cumplido. La primera fue que íbamos a tener un mal gobernante por unos años y luego otro que no se iba a querer ir, y eso se cumplió cuando Hilario fue presidente y luego vino Leonte que nos dio muchísima brega que se fuera. Lo segundo que la gente se iba a comenzar a ir del país y eso es lo que esta pasando ahora, porque mira que la cosa está mala en este país y todo el mundo se quiere ir para afuera, yo no quiero que se sigan cumpliendo las cosas que la virgen dijo porque lo tercero que dijo era que iba a venir un Tsunami.
— Tu tuviste un accidente muy feo y tu lado derecho no sirve. Esa es tu desgracia y lo que te va a salvar la vida. Te vas a ir para allá, para donde quieres ir, para donde te están esperando.
— ¿Me voy a ir? ¿Y que va a pasar con mi hija?
— No te preocupes, ella no va a estar contigo ahora, pero cuando sea mayor te va a buscar y se va a ir a vivir contigo para allá a ese lugar para el que te quieres ir a vivir.
— Y el dinero… que ve usted del dinero
— El dinero…
Mira cuando yo me di cuenta que tenía ese poder, esa vibra, entonces comencé a dedicarme a hacer feng shui. Y no hay casa que yo entre y la ordene que no se le arregle la vida al dueño. Yo le he arreglado la vida a mucha gente, así como tu me ves aquí tranquilito. De eso es que yo vivo por eso es que la gente me dice Carlos Fen. Así fue como conocí a Alejandra mi amiga de Argentina. Ella estaba de turista aquí y la conocí a través de mi amiga Cristina. Luego cuando ella se volvió para Argentina, me escribió y me dijo: “Carlos tienes que venir a mi casa a ordenarla, te voy a pagar el pasaje y te puedes quedar en mi casa” Y yo al principio no quería, me daba vergüenza, pero ella insistió y me fui. Y cuando llegué quede prendado de Buenos Aires y para allá es que me quiero ir a vivir. Por eso fue que cuando Doña María me dijo, yo sabia que ella estaba hablando de Argentina, yo nada mas estoy esperando que me salga ese dinero y me voy a vivir para allá. Después que yo le arreglé la casa a Alejandra y me regresé, a los pocos meses ella me llamó: el local que ella quería, para montar su negocio en un lugar exclusivo, lo consiguió, puso su negocio y ahora todas la cosas le han salido bien y ella me dice que fue gracias a lo que yo le hice en su casa.
Yo vengo todas las tardes al mar a matar mi pena, porque mi mujer me ha quitado mi hija, y no me deja verla. Ella lo hace por maldad, porque ella esta llena también de mala vibra. Antes yo sufría mucho por mi hija, pero ahora estoy tranquilo, porque yo se que cuando me vaya para Argentina la voy a recuperar.
— El dinero… mira yo veo un puño de dinero. Si, te van a dar el dinero pero veo que lo van a repartir entre cuatro.
— Mire, pero cuanto dinero es que usted ve ahí, porque nadie me sabe decir. Para yo saber si sigo esperando o que.
— Yo veo… dos millones de dólares y el hombre que te lo va a dar usa un bastón.
— … Un bastón, ¡ay diablo no me diga eso!
Allá en Argentina también mi amiga me llevó a donde otra amiga. Y cuando yo entre al cuarto de la niña yo sentí una tristeza profunda en esa habitación, yo me tuve que ir al baño y ponerme a lloran un rato. Y Alejandra me tocaba y me decía: “Carlos, ¿estas bien?” Al rato cuando me tranquilicé pude salir. Y Alejandra me preguntó que me pasaba y le dije: “en esta casa hay una tristeza enorme” Entonces me contaron que la niña tenía un hermano gemelo y el papá para hacerle una maldad a la mamá se lo había quitado y que la niña no quería ni comer. Entonces yo me metí en ese cuarto y comencé a cambiar cosas, poner plantas y cambiar cortinas y los colores de la habitación y cuando terminé ya casi no sentía la tristeza. A los 6 meses me llamó Alejandra para decirme que el papá había devuelto al hermanito. Es que te digo cuando yo hago ese trabajo las cosas se resuelven.
Porque yo no soy como mucha gente que anda por ahí engañando a otros. Yo conozco una china que dizque hace feng shui. Ella usa el sistema derivado del Cuadrado Mágico del I-Ching para calcular las «Estrellas Voladoras” pero eso es un puro engaño, ella le arregló el local a un amigo mío y le dijo que a partir de ese momento, el local se iba a llenar y a los dos meses mi amigo había quebrado. Cuando yo fui a ver el trabajo que ella había hecho yo se lo dije. Ella había dispuesto “guardianes celestiales” el dragón, el tigre, la tortuga y el Fenix en forma de cruz, pero eso era el feng shui de los tiempos de antes, ya eso no se usa y ella lo que anda es engañado gente.
Lo mío es el corazón, sentimiento, yo cuando arreglo lo hago entregándome entero, por eso cuando yo hago esos trabajos quedo agotado. Y eso mismo le pasa a Doña María por eso yo le creí. Cuando terminó con la sección mía, se quedo tumbada en un sillón y la oímos roncando, tuvimos que salir de la habitación en puntillas y cerrar nosotros la puerta.
Por eso es que yo estoy aquí sentado en el malecón frente al mar, esperando, tengo 5 años sin trabajar porque ella me dijo que me iban a dar mi dinero. Y tu sabes porqué yo estoy tan seguro, porque el hombre que paga en la compañía, tuvo un accidente y esta cojo y ahora tiene un bastón. Y si son dos millones entre cuatro, a mi me toca medio millón, y por esa cantidad vale la pena esperar.