2019 fue un año complicado, lleno de trabajo y muchos cambios. Uno va dejando de lado aquellas cosas que nos gustan y nos llenan el alma, por los compromisos y las responsabilidades asumidas. Eso me paso un poco con el Blog y esto de escribir.
Termine el año con 4 cuentos no acabados, que debo retomar y terminarlos, pero tenía la cabeza tan llena de trabajo, y para escribir y ser creativa hay que estar tranquila. Decía Virginia Wolf que «una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas» yo agregaría que no debe tener un trabajo.
Pues nada, que quiero volver a escribir. Algunos amigos me dicen, me reclaman, que hace mucho que no escribo, es bonito descubrir que hay gente que echa de menos estas cosa que se me ocurren y que comparto con mucha ilusión y cariño.
Pues hace unos meses andando por una librería con mi hijo encontré un pequeño libro de Anselm Grum. Lo había dejado en el librero y en la limpieza y organización de fin de año lo encontré. Así que por lo pronto quiero compartir en estos días que vienen algunas reflexiones que me han ayudado mucho. En algún momento prometo terminar los cuatro cuentos que tengo en proceso.
Uno de mis propósitos de este año es ser un poco más agradecida, tengo una caja de agradecimientos que intento llenar desde el 2015 y no lo consigo. Sospecho que los papelitos que pongo en la caja se van comprimiendo, o quizás no soy lo suficientemente agradecida. Lo que me gustó del libro de Grum es que el comienza hablando de gratitud.
«Se trata de sentirse satisfecho porque no necesitas demasiado» cuando no esperamos demasiado nos sentimos satisfechos con la vida. «La condición previa para la gratitud es que me detenga y perciba con toda intensidad lo que se me regala en este instante» para estar agradecidos tenemos que transitar por el mundo, con los ojos abiertos y observar todas las bendiciones que nos llegan cada día.
Este año ha comenzado lleno de situaciones que nos llenan de tristeza y, en cierta forma, pareciera difícil ser optimista y ver la vida desde el lado positivo. Conflictos en todos los países, un dia de enero nos despertamos con una amenaza de una guerra mundial y nuestros vecinos más cerca con un terremoto que empañó cualquier alegría que hubiese llegado con la ilusión del nuevo año, ¿Como entonces uno puede seguir hablando de gratitud? Y Grum dice: «No estoy agradecido porque soy feliz, sino que soy feliz porque estoy agradecido, la gratitud transforma la tristeza y el abatimiento»
Pienso que no se trata de estar ajeno a nuestras realidades y a todos los problemas del mundo o personales; con los primeros sentimos que es muy poco lo que se puede hacer, los segundos nos abruman y van opacando la alegría; sino que en medio de esta realidad que vivimos, llena de noticias tan tristes y deprimentes, debemos hacer un espacio, sacar un momento cada día y preguntarnos ¿Cuál fue la alegría de este dia? y entonces con Gratitud dar gracias al Creador. Siempre habrá algo por más pequeño que sea por lo que debemos ser agradecidos.