“El agua fluye y tranquiliza. Nos muestra que todo pasa y todo se lo lleva la corriente. Dios, sin embargo, es vida que corre a torrentes amor que fluye sin cesar… El agua fluye, pero el rio sigue siendo el mismo… lo transitorio y lo eterno coinciden en una sola cosa” Anselm Grum
Nos preocupamos demasiado por los problemas que llegan a cada momento. Cada día trae su afán, pero aunque quisiéramos, aunque lo decidiéramos como un propósito, seguimos preocupados por todo. A veces quisiera no tener problemas, pero cuando lo pienso bien, ¿qué vida podría existir sin los conflictos que nos llegan a cada momento? Pensar que al final todo pasa, la corriente de la vida se lleva todo lo que ocurre; esa imagen del rio que fluye, da tranquilidad.
Todo pasa… pero Dios, el rio, sigue siendo el mismo. Si dejamos que todo fluya a través de EL, también tendremos tranquilidad.
Quisiera de verdad armarme de una coraza y dejar que las cosas me resbalaran y no me afectaran tanto. Pero, cuesta mucho, es más fácil decirlo que hacerlo, llegado el momento, cuando se presenta la situación, nos olvidamos del propósito y nos angustiamos, nos preocupamos, y no recordamos que “eso” también pasará y que luego solo lo recordaremos como “otro” momento difícil de nuestra vida.
Salió de su casa con la cabeza a punto de explotar como una olla de presión, sentía las orejas rojas y caliente y le faltaba la respiración, tenía una gran cólera por dentro. Sintió los pies como plomo mientras avanzaba por el sendero, le costaba levantarlos y dar los pasos, parecía arrastrase más que levantarse, pero hizo un esfuerzo por avanzar hasta encontrar lo que buscaba. Separó los troncos de madera unidos con alambres que hacían las veces de puerta, solo lo suficiente para que su cuerpo pudiera atravesarlo. A partir de ese punto el camino era de piedra y los árboles se unían arriba en la copa formando una sombra agradable que ocultaba completamente el sol. Al avanzar por sendero sintió que podía moverse con más facilidad, y trató de apartar de su mente “aquella situación” y se concentró en los sonidos. Primero escuchó sus pasos sobre las hojas secas y se adentró aún más por la ruta. De repente comenzó a escuchar el trinar de los pájaros, los sonidos llegaban de todas partes aunque no podía verlos y entonces, sin esperarlo escuchó lo que buscaba: el rio, estaba cerca. Al llegar observó el agua que corría y rodaba sobre las piedras. Se descalzó los pies y los introdujo en el agua fresca que se escurría entre sus dedos y arrastraba las piedras más pequeñas, las grandes se resistían a la corriente, pero el agua continuaba su curso, imparable, sin detenerse ni siquiera a reparar en ella, en las piedras, la orilla o las raíces de los árboles que reptaban buscando calmar su sed. Cerró los ojos y dejó que la corriente se llevara también sus pensamientos, la rabia, la tristeza y el desconsuelo, los problemas. Entonces sintió como su alma se fue calmando poco a poco, la respiración cabalgaba al ritmo de la corriente y la paz volvió a su corazón. Al abrir los ojos observó cómo iban allá lejos corriente abajo todos sus preocupaciones y levantó su mano y les dijo adiós.
quien lo escribio
Yo soy la autora del Blog, cuando otro es el autor yo lo pongo entre comillas y resaltado con una linea roja y digo quien es el autor, como en el primer párrafo. En este caso el resto del post lo escribí yo.