Hace unos años tuve una conversación con una chica joven que se había ido a estudiar a los Estados Unidos y quería quedarse a vivir allá. Estaba de visita por Dominicana y cuando hablamos me hizo la siguiente pregunta: ¿Por qué yo con el potencial que tenía, según ella, insistía en seguir viviendo en Dominicana?
No tuve que pensar mucho la respuesta y le dije: “tengo tres razones”. La primera es que en dos ocasiones he vivido fuera de mi país y no me gusta el sentimiento de ser extranjero, en mi país soy alguien, y he logrado que me valoren por lo que hago, en otro país y sobre todo en Estados Unidos sería una más, una latina, una dominicana, una extranjera.
La segunda razón es que a pesar de todo creo que mi país me necesita, si todos salimos arrancados de aquí ¿Quién va a echar la batalla? Creo que aún tengo mucho que darle a mi país, así que yo aquí me quedo, aquí fue que Dios me puso, así que creo que aquí es que Él quiere que yo viva, el último que salga que me deje la llave.
La tercera razón y tal vez la mas importante, y es la razón de este escrito de hoy, es que el día que mis papas estén en sus últimas quiero estar allí a su lado, no quiero que nadie me llame y me diga que tengo que tomar un avión para ir a verlos, quiero sentir que le he dado todo lo que pude mientras estaban vivos y quiero poderle decir todo lo que los quiero y demostrárselo hasta el último día de sus vidas.
Pero el hombre propone y Dios dispone. Hoy solo quiero reiterarle a Dios que la tercera es la razón mas fuerte. Que sé que los papás están viejos, pero que quisiera tenerlos por unos cuantos años mas a mi lado, y quiero pedirle a Dios que me permita estar a su lado, en los últimos días de sus vidas. El y yo sabemos de que estoy hablando.
Las tres son muy buenas razones, eso es indiscutible, aunque creo que yo ahora mismo no tendría en cuenta ninguna de las tres en caso de necesidad. En tu caso has conseguido que te valoren en tu país, pero la situación en España ahora mismo es muy complicada y nadie está valorado. Yo tengo trabajo, espero que por mucho tiempo, pero no me siento valorada en absoluto. Me quedo en mi país por apego a mi familia y amigos, pero no sé que haría si no tuviera trabajo aquí. Conozco gente que se ha tenido que marchar fuera para conseguir «ser alguien», (entre ellos nuestro compañero de andanzas, Pablo Cerezal)
Aún así, a pesar de todo esto, también creo que quedarse en España es una buena opción precisamente porque estamos pasando un mal momento. Es una pena que el gobierno no piense lo mismo de los españoles y nos apoye igual.
Besos!