En estos días he estado escribiendo mis propósitos para el año 2010. Hace unos años que tengo esta costumbre de escribir mis propósitos de vida de forma bastante concreta, normalmente no me quedo en escribirlos sino que cada semana pienso en ellos y cada tres meses reviso como ando con el cumplimiento. Parecería como que es una forma demasiado estructurada de ver la vida. Hace unos meses le comenté a un chico bastante joven que trabaja conmigo esta costumbre y me preguntó como podía ser tan planificada y en un tono un poco burlón me dijo: “Cuando sea grande quiero ser como usted”, lo cierto es que a medida que el calendario de mi vida avanza tener mi vida organizada de esta forma me ha ayudado a enfocarme.
Pensando entonces en mis objetivos encontré algunas reflexiones en mi libro de Nouwen: “ Me parece crucial que tome decisiones claras, concretas y que me mantenga fiel a ellas durante un período prolongado. Entonces deberé evaluar la experiencia, hacer cambios, intentar otra vez por un cierto tiempo, evaluar otra vez, etc., hasta que haya encontrado un estilo de vida mas o menos permanente, siempre abierto a cambios, pero con mucha continuidad. Ambas cosas, flexibilidad y continuidad, parecen ser aspectos importantes para un estilo de vida espiritual en una profesión activa”
Me parece excelente esta reflexión porque eso es justamente lo que quiero hacer con mis objetivos de este año… establecerlos claramente, ir ajustándolos a lo largo del año hasta que logre encontrar un estilo de vida permanente… que sea lo suficientemente flexible y continuo para que le de dirección y sentido a mi vida.
Aquí estoy nuevo año 2010… a ver que sorpresas me traes, una cosa si te dejo clara, quiero devolverle la alegría a mi corazón y cada cosa que haga tendrá ese fin último, y cuento con Dios que siempre esta conmigo y me apoya en ese propósito.