Terminé el libro de Esther de Wall. Cuando termino uno de mis libros siempre me quedo con la sensación de haber perdido algo… pero leyendo a Esther encontré y descubrí a Thomas Merton, así que me fui a la librería a buscar algunos de sus libros y he comenzado uno que me llamó la atención: “Vida y santidad”.
La verdad es que no tengo ningunos planes de llegar a santa… pero la realidad es que el libro habla de muchas otras cosas, no específicamente de ser santo.
Me encontré con una frase que me pareció que debemos considerar aquellos que estamos casados y que tenemos mucho tiempo viviendo en matrimonio: “El matrimonio implica tal abnegación que podría ser incluso mas efectivos (para la santidad) que la vida cristiana (refiriéndose al sacerdocio)”
Estar casado, el matrimonio, no es fácil. Tan difícil es, que Merton se atreve a afirmar que incluso es casi mas efectiva para llegar a la santidad.
Vivimos al lado de un hombre o una mujer que va cambiando con el tiempo, y de esa misma forma el amor debería ir cambiando. Si no cambia, no se renueva… el amor se muere. Pero ¿Que debemos hacer para que dos personas distintas que viven en matrimonio cambien al mismo tiempo y no se desfasen? ¿Como hacer para que no se pierda a lo largo de 20 años o mas esa unión que parecía perfecta? En un principio, esa unión, pudo haber sido perfecta, porque los valores e intereses de la pareja coincidían y se parecían, pero luego de 20 años, cada uno ha cambiado y sus valores e intereses pueden ser muy distintos.
Podemos continuar al lado de esa persona por costumbre, fidelidad o abnegación, pero puede ocurrir que la vida que llevamos al lado de esa persona no nos llene y podemos equivocarnos o tomar decisiones erradas… por esta razón, me inclino mas a tratar de buscar mecanismos que nos lleven a renovarnos como persona, como pareja, a tratar de volver a hacer coincidir los valores e ideales y volver a enamorarnos de nuevo, no de la mujer o el hombre de hace 20 años, sino del compañero distinto con el cual vivimos ahora.
Si no estamos dispuestos a esto, podríamos terminar a mitad de nuestra vida, teniendo que vivir una vida de resignación, o como pasa en la mayoría de los casos separados de esa persona con la cual tenemos una historia y hemos compartido una gran parte de nuestra vida.
No tengo claro si como dice Merton, el matrimonio puede ser mas efectivo para la santidad, lo que si sé es que en estos tiempos, cada vez resulta mas difícil continuar en este camino. Así que mientras, empezaré mi estrategia para continuar enamorando cada día al hombre nuevo que tengo a mi lado.
Buen dia!soy una de las que piensa con conviccion que este sacramento es uno de los medios para hacernos santas y santos en MEDIO DEL MUNDO!ya que decidimos LIBREMENTE vivir para SIEMPRE con alguien,se fijo?igual al SACERDOCIO!Lo interesante comienza a ocurrir cuando, por infinitas razones, se mueven las ESTRUCTURAS donde se simentó esa decision TRASCENDENTAL!Si de intercambiar opiniones se trata pienso, y perdone mi atrevimiento, que deberia, desde el AMOR añejado como un buen licor durante 20 años,invitar a su esposo a seguir sus pasos ya que usted no estaria convirtiendose en una mujer nueva sino REPOTENCIADA!!!TODA MI SOLIDARIDAD FEMENINA CON USTED!!!
Hermoso debate!!!!
Tengo más de veinte años de casado y sé que cada día he de regar la plantita del amor.
Ya la plantita no es la misma, pero aún puede ser más bella.
No tengo claro cuál de las dos vías es más apta para alcanzar una santidad que yo en absoluto anhelo. La verdad es que los clérigos lo tienen fácil, puesto que en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Pero, por otra parte, está tan complicada la vida en pareja en estos tiempos de libertad, que dudo que haya otra prueba superior para nuestro espíritu.
Te haré caso y procuraré reenamorarme de esa otra persona en que se ha convertido mi amor.
Un abrazo mágico.