Hace unos meses ando un poco vacía de todo, pero sobre todo siento que ando vacía de esperanzas. Tal vez por eso he abandonado un poco la escritura, porque para escribir con pesimismo mejor no escribir. Eso pensaba en estos días, pero después se me ocurrió que tal vez si me sacaba un poco el pesimismo de adentro, las cosas positivas iban a comenzar a salir.
Siempre que comienza la cuaresma me gusta leer algún libro de espiritualidad que me haga pensar un poco en mi vida y en nuevos motivos para seguir adelante. Olaizola es siempre una buena opción. Comencé un libro que se llama Tu me salvas
El primer capítulo habla de motivos para la esperanza. «Vivimos en un mundo que a veces invita al desaliento»; me identifique mucho con esto porque uno mira alrededor y las cosas que están ocurriendo solo invitan al desaliento, una guerra sin sentido entre Rusia y Ucrania, inmigrantes muriendo por escapar a realidades de sus vidas, y el resto del mundo criticandolos, como si nosotros no haríamos lo mismo si estuviéramos viviendo esas realidades, un país vecino que es un caos y nosotros quejándonos todo el dia, pero al final ¿qué otra cosa pueden hacer? ¿Quién quiere vivir en medio de ese caos?
En el plano personal también muchas cosas invita al desaliento, los chicos jóvenes no tienen palabra, compromiso, rompen sus acuerdos sin importarles que puedan afectar a los demás.
«Es necesario poner los anhelos en un horizonte de realidad… hay motivos personales y colectivos para el desaliento y el escepticismo… uno se descubre abatido, gris… esos días en que parece que falta el sentido, que Dios calla, que los amigos están lejos y los motivos que otras veces surgían ahora parecen lejanos» dice Olaizola. Así es como me siento en estos tiempos, como que el sentido y los motivos se nos escapan, que Dios está como ausente o simplemente no se como encontrarlo. «Es una tentación rendirse, renunciar a la fé que no llega como otras veces»
Entonces he decidido tratar de buscar y encontrar en cada día una razón para la esperanza… y en eso he andado, tratando que que el desaliento no me venza y que la esperanza se haga presente en mi vida… ya veré si soy capaz de encontrarla.