Cleo tiene más de 6 meses en la casa. Es la gatita que un día recogí en el patio golpeada y después de sanar ya no quiso irse. Es una gata cariñosa, imagino que después de haberle salvado la vida varias veces en cierta forma me quiere.

Molesta mucho a Momo, mi otro gato, bueno no se si lo molesta, quiere jugar con él y perseguirlo, a veces Momo no está en el mood de jugar, pero otras veces parece que sí. De todas formas he leído que los gatos de 10 años se vuelven muy sedentarios, así estaba Momo antes de que llegara Cleo, y que cierta actividad es buena. No creo que la compañía de Cleo le haga mal.

Hace unos días comencé a escuchar un gato maullando en el patio. Y «Santa Catarina de los gatos de la calle» fue al rescate. La gatita pequeña, estaba en el patio de la casa de al lado, que es una oficina y estaba  amarrada!!!, a quien se le ocurre amarrar un gato, La gatita por supuesto maullaba insistentemente, así que me puse la ropa y fui a reclamar. Las personas de la oficina me explicaron que eso era un error, la muchacha de la limpieza se le había ocurrido esa mala idea, pero ya iban ellos a soltarla. 

Me volví a casa presintiendo que la historia no iba a terminar ahí, y efectivamente la pobre gatita de apenas unos 2 o 3 meses pasó el fin de semana llorando en el patio sola, según yo no le habían dejado comida ni agua y yo estaba indignada, con un alambre le baje comida y una cantina con agua.

El lunes volví decidida a hablar con aquella gente. Le reclamé que hubieran dejado la pobre gatita sola en el patio sin comida, pero ellos aclararon que si le habían dejado comida. Mentalmente me alegré de haber quitado todos los alambres temprano de aquel lunes en la mañana para que no me tomaran por una loca. Pero entonces comencé a indagar ¿para qué querían esa gatita en el patio? Me comentaron que por los ratones.

• ¿Pero se dan cuenta de que esa gatita en cuando pueda va comenzar a andar por todos los patios si la dejan suelta en el patio de ustedes? y peor que eso algún gato la va a preñar y entonces vamos a tener más gatos en la calle sin cuidado, alimento y protección. A mi casa llegan un montón de gatos que les doy comida a diario.
• Si – me respondieron – nosotros tenemos otra y parió, tuvo 5 gatitos.
• En serio – pensé yo y de inmediato pensé en Cleo y en sus 5 gatos – y que pasó con la gatita.
• No se – respondieron – un día los gatitos desaparecieron y la gata se fue.
• Claro – le digo yo indignada – los 5 gatitos comían 3 veces al dia en mi patio y un dia los rescate, los castramos todos y los regalamos – ellas se quedaron asombradas de enterarse de la noticia
• ¿Y la gata?
• La gata apareció un dia en mi patio apaleada, el relajo me costó RD $20,000.00 pesos de internamiento y cuando la gata regresó ya no se quiso ir de mi casa y yo la tengo  en casa – y pensé: bien cuidada y alimentada, no en un patio tirada.
• Ay pero que gata mas ingrata – fue el comentario estupido que hicieron
• Bueno – les dije – si van a dejar esa gata en el patio les pido por favor que la castren, no queremos más gatos callejeando por el vecindario y ustedes no la van a cuidar cuando salga preñada.

Me fui a casa, al fin había logrado armar la historia completa de Cleo. La oficina de detrás de casa, decidió traer una gata para que se comiera los ratones, que llegan porque el patio está lleno de hierba y basura, en lugar de limpiar y acondicionar el patio traen una pobre gata a pasar trabajo. Cleo venía a comer todos los días a casa y cuando los gatitos se dieron cuenta de que aquí había agua y comida se mudaron a mi patio. Y Cleo cuando se sintió golpeada pensó que yo podía salvarle la vida una vez más.

En las noches cuando me voy a dormir Cleo viene a mi cuarto y se acuesta a mi lado hasta que apago la luz, me ronronea y me da besitos, no me arrepiento de haberme quedado con ella, y me espanta pensar que alguien decida tener un gato para tirarlo en el patio a pasar trabajo. Es definitivamente no tener corazón.  

No se que hicieron con la gatita, creo que pensaron que se andaban buscando problemas con una vecina «Cat Lovers» «busca pleito» y la gatita desapareció del patio. Me alegro, si lo que hice sirvió para que la pobre tuviera una mejor vida, que andar deambulando por el vecindario buscando que comer.