Estoy leyendo un libro del Dalai Lama y el Arzobispo Desmond Tutu: «el libro de la Alegría». En uno de sus capítulos plantean que hay 8 pilares de la alegría. La primera es la perspectiva.
Debemos tener la capacidad de replantear nuestras situaciones de manera positiva. Esto por supuesto es algo que me resulta muy difícil, sobre todo porque en general tengo cierta tendencia a ser muy realista y ver la vida a veces con no tanto optimismo.
Pero la verdad es que no se trata de ver la vida con optimismo, se trata de ver las situaciones que nos ocurren desde todas las perspectivas. «En cada acontecimiento de la vida hay diferentes perspectivas, al verlo desde un punto de vista más amplio se reduce la sensación de preocupación y ansiedad»
Y en esto la verdad, nunca había pensado. Cuando un problema llega a mi vida, suelo ofuscarme y machacarlo una y otra vez preocupándome y llenándome de ansiedad, pero ¿qué si de repente nos ponemos en la acera de enfrente y cambiamos la perspectiva desde la cual estamos viendo el problema? «Al mirar el problema desde otra perspectiva veremos que ese acontecimiento nos aporta nuevas oportunidades» «Nuestra perspectiva sufre de Miopía»
Hay una frase que me ha llevado a reflexionar: «Considerar las cosas desde la perspectiva de Dios» Creo que se trata de preguntarnos ¿Para qué ocurrió esto? ¿Qué otra cosa esto me puede enseñar que no sea solo sufrimiento y ansiedad? ¿Qué Dios está tratando de enseñarte en este momento de la vida? creo que a eso se refiere al decir: «considerar la perspectiva de Dios»
Se que es más fácil decirlo que aplicarlo a la vida, porque cuando estamos en medio del problema… pero pienso que a partir de ahora voy a hacer un esfuerzo y cuando los contratiempos lleguen a mi vida, respiraré hondo, cerraré los ojos y me diré: «¿Cual es la perspectiva de Dios?
Finalmente, tal vez para convencernos de esto nos plantean lo siguiente: «Pensad en algo malo que os haya ocurrido en el pasado y luego considerad todo lo bueno que se derivó de ello»
Y en eso he estado en los últimos días, y la verdad es que al mirar en retrospectiva los momentos difíciles de mi vida, he encontrado que he obtenido más cosas positivas que negativas.