En esta semana he estado pensando un poco en la forma en que nos comprometemos con el proyecto de Dios. Ha sido a propósito de la lectura del libro de Pagola, que en una de sus reflexiones nos dice: «Para cumplir la voluntad del padre del cielo, lo decisivo no son las palabras, promesas y rezos, sino los hechos y la vida cotidiana»
Muchas veces tenemos muchas metas, nos hacemos muchos propósitos pero cuando llega el momento de pasar de la palabra a los hechos, nos volvemos nada. ¿Por qué en ocasiones nos cuesta tanto mantenernos firmes en nuestras metas y propósitos?
«Ante Dios lo importante no es hablar sino hacer» dice Pagola. Hablar no nos lleva a ningún lado, planificar, decir que vamos a hacer las cosa y finalmente no actuar. En otras ocasiones nos disponemos a retomar los compromisos asumidos, pero lo mas difícil es mantenernos firmes. Solo si confiamos en Dios y el se convierte en nuestro sostén y fortaleza podemos seguir adelante sin desviarnos del camino.
Las lecturas del domingo son palabras complejas: «El que quiera seguirme, tiene que tomar su cruz y seguirme» Para mi, tomar la cruz y seguir a Jesús es comprometernos a seguir su ejemplo, a no quedarnos solo en palabras, sino a actuar, eso fue lo que el hizo a lo largo de su vida.
Así que esta semana quiero hacerme el firme propósito de mantenerme firme en mis objetivos y aquellas cosas con las que quiero comprometerme en mi vida. No quedarme solo en las palabras, pasar a la acción y seguir el ejemplo de Jesús.
Hola Carolina, ¿como estas?
Creo que muchas veces cuesta porque a veces no se logra el objetivo, y muchas personas modifican el objetivo en lugar de cambiar el camino hacia él.
También en muchas personas, influye esto de «quiero todo ahora, y lo mas facil posible», y ante la idea y necesidad de poner esfuerzo, ahi dejan todo.
Esas son 2 de muchas posibilidades.
Saludos!!