Estaba buscando algo que escribí hace un tiempo para enviárselo a un amigo. Después de pasar un rato buscando ese post que recordaba, al encontrarlo me di cuenta, que en esencia no decía lo que hoy quería transmitir. Así que decidí sentarme en mi escritorio, pensar… y simplemente escribir.
Algunas situaciones que han ocurrido en estos días me han hecho reflexionar sobre las pruebas que en ocasiones nos tocan. Uno tiene una vida tranquila, cree que tiene casi todo lo que podía esperar, la vida no es perfecta, pero estamos conformes, tenemos una familia, un trabajo y hacemos las cosas que nos gustan. De repente ocurre algo imprevisto que amenaza con desarmarnos interiormente.
Es difícil transmitirle optimismo a alguien que pasa por un momento difícil de su vida. Mi papá siempre decía que cuando alguien te pidiera un consejo, en lugar de decirle lo que tu harías deberías decirle lo que harías si fueras esa persona, pero ¿cómo uno puede ponerse en la piel del que sufre? Uno puede ser empático, puede tratar de entenderlo, puede escucharlo y tratar de darle ánimo, pero por mucho que quisiéramos nunca podremos sentir lo que esa persona está sintiendo.
Particularmente me cuesta mucho estar frente a alguien que está pasando por un mal momento, porque tengo la sensación de que cualquier cosa que diga nunca será suficiente para demostrar lo mucho que lo siento. Pero aquí va mi intento:
La realidad es, que he comprendido, que nunca seremos capaces de entender porque nos ha ocurrido alguna situación difícil en la vida, por más que intentemos encontrarle respuesta a esa interrogante no es posible responderla; pero si creo que de cada experiencia difícil, debemos intentar desentrañar ¿cuál es la enseñanza? ¿qué podemos aprender de eso? ¿cómo esa situación nos enseña a valorar más las cosas hermosas que nos ocurren a diario en nuestra vida, de las que no nos damos cuenta porque estamos distraídos quejándonos de cualquier estupidez?
Cada experiencia difícil nos da la oportunidad de revisar aquellas cosas que no estamos haciendo bien e intentar cambiar. Y un tiempo después, cuando todo haya terminado y la experiencia no sea mas que un recuerdo que nos haya dejado una dolorosa cicatriz … un tiempo después, al mirarlo en perspectiva lograremos unir los puntos y descubrir para que ocurrió eso en nuestras vidas. Sin lugar a dudas puedo hoy asegurar que siempre encontraremos esa respuesta.