Los otros días hablaba con un amigo. Me decía que uno no podía continuar caminando en la vida mientras tuviera capítulos abiertos pendiente. Pensaba que en ocasiones uno cree haber cerrado o terminado un capitulo de su vida, pero hay ciertas cosas que nos indican que no, que aún permanecen abiertos.
Leyendo mi libro de Benjamín en estos días he encontrado algunas palabras que aplican un poco a esto de cerrar capítulos y continuar caminando. Si Benjamín leyera esto me dijera que lo estoy “tirando por los pelos”, pero la verdad es que las palabras que uno lee nos llegan muy ajustadas al momento en que nos toca vivir. Y en este momento hay decisiones importantes que dan vueltas en mi cabeza.
Dice Benjamín: “Llega el momento en que la propuesta de Dios nace y se puede ver con claridad. Puede cambiar nuestra vida de manera radical o darle un sentido nuevo al estado en el que ya vivimos”. Y a veces la propuesta que Dios nos hace es cerrar un capitulo abierto de nuestra vida para poder seguir adelante… “Cerraras el capitulo, no te propongo placeres fáciles ni éxitos asegurados, ni aprobación pública sino un sentido que te hará atravesar la humildad amorosa, la alegría de crear y la pasión inevitable que marcará la carne y el espíritu”.
Cuanta verdad encierran esas palabras porque muchas veces pensamos que la cosa será tan sencilla como decidirnos, y lanzarnos y cerrar el capitulo, pero luego nos damos cuenta que, entonces es cuando comienza todo… que no por tomar la decisión tendremos el éxito asegurado, ni la vida de ahora en adelante será mas fácil.
Y Benjamín prosigue: “Encontrar la propuesta de Dios puede llevar un tiempo largo en algunas ocasiones, precisamente porque tiene que abrirse camino en nuestra intimidad en medio de muchas otras propuestas”. No porque decida comenzar de nuevo voy a encontrar el camino correcto al cruzar el próximo recodo, tal vez debo caminar un rato más para poder descubrir cual es el camino que finalmente debo tomar.
“El que pregunta tiene que ser guiado, llevado por el espíritu… hacia donde no sabe, por donde no sabe.. mientras siente irremediablemente vértigo de perderse”, y es así, al decidirnos y emprender camino, tenemos un miedo atroz a perdernos. Pero creo que debo cerrar los ojos ciegamente y dejarme guiar por el espíritu, más temprano que tarde, después del próximo rio encontraré el nuevo camino.