Hoy ando con la rabia revoloteada por dentro. Pienso que me paso la vida tratando de hacer las cosas bien, tratando de que mi trabajo tenga un valor y cualquiera que se pasa por el frente cree que puede echarle tierra al trabajo de uno.
No creo que sea un santa, ni que no haga mal las cosas, me equivoco muchas veces y trato siempre de tener la humildad de reconocerlo. Pero si hay algo que he tratado a lo largo de mi vida es no hacerle daño a las personas que me rodean o a cualquiera que circunstancialmente esté a mi lado.
Cuando veo personas que están dispuestas a hacer que otro se hunda para salir adelante creo que el corazón de esa persona debe estar muy duro y lleno de mucha maldad.
Uno de los cuatro acuerdos dice que las cosas no deben tomarse a título personal, pero hay ocasiones en que te hacen tanto daño que por mas que lo intente, no pueden dejar de afectarme y en esta ocasión lo he tomado personal.
Hoy me ocurrió un incidente en una reunión de trabajo en el cual una persona expulsó tanto veneno en sus palabras que de verdad me hicieron daño. Cuando alguien es capaz de decir cosas para dañar a un empleado de tercera que solo está tratando de hacer su trabajo. Cuando alguien es capaz de decir hasta mentiras para hacerle daño a otros mi conclusión es que no debe tener un buen corazón.
Mi mamá que le gusta mucho hablar de castigos dice que las cosas malas que uno hace en la tierra se pagan en la tierra. Sé que hay mucha gente buena que se enferma y uno a veces se pregunta ¿Por qué? ¿Por qué se enfermó? o ¿porque le pasó tal o cual cosa? Pero debo confesar que cuando veo gente que hace cosas malas, que se enferma, dentro de mi pienso: “tal vez mi mamá tiene razón y las cosas se pagan aquí en la tierra”
Como siempre me gusta terminar con una nota optimista en mis escritos y reflexiones. Solo quiero pedir a Dios por esas personas, que pasan por la vida haciendo daño a los demás, queriendo “ser” a costa de hacerle daño a otros. Pedirle a Dios que toque sus corazones y en algún momento de la vida algo grande les haga comprender que hay otros caminos, mas felices, que llenan mas de satisfacciones que hacerle daño a los demás.