Amo el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.
Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz
Amor que quiere liberarse
para poder amar
Amor divinizado que se acerca
amor divinizado que se va
Pablo Neruda (Crepusculario)
La vida a veces no es como uno quisiera o como uno espera que sea. En cada uno de nosotros habita el deseo de amar y ser amado. Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sido tocados por el amor. Pero también muchos de nosotros hemos estado heridos porque el amor no ha sido correspondido.
Thomas Merton afirma que: “el amor sólo puede conservar cuando se regala. Nunca encontraremos la felicidad si la buscamos para nosotros mismos…” Mi papá me dijo una vez que en una relación uno ama y otro se deja amar. Pensaba que era maravilloso dejarse amar, pero con el correr de los años descubrí que es mas hermoso amar, eres mas feliz cuando te entregas por completo, cuando eres capaz de dar la vida por los demás.
Leyendo el libro de los valores de Anselm Grün el dice los siguiente: “Un corazón que ama es siempre joven, dice un refrán griego. El amor nos mantiene jóvenes. Pero no podemos amar en el ajetreo de la vida cotidiana. El amor necesita tiempo. Quiere ser sentido” Al leerlo pensé que era contradictorio lo que decía, porque amar nos hace sentir jóvenes, pero cuando estamos jóvenes nos encontramos en el pleno ajetreo de la vida, en el querer hacer cosas o ser alguien y nunca tenemos tiempo para nada. Al final cuanto estamos en el ocaso de nuestra vida es que comenzamos a tener tiempo, se han ido los hijos, y la vida se vuelve estable, entonces uno esperaría que ese fuera el tiempo que necesita el amor, y con nuestro compañero o compañera podemos entonces a volver a enamorarnos, sentir que somos jóvenes de nuevo y disfrutar de ese amor. Eso en el supuesto de que logremos sobrepasar el síndrome de estos tiempos, la nueva moda: “el divorcio”.
Leo de nuevo los versos de Neruda… y asi es: El amor puede ser como uno quiera: eterno ó fugaz, libera o esclaviza, y por mas divinizado que lo queramos ver, llega y se va sin preguntarnos nada, sin preguntarnos siquiera como queda nuestro corazón.
Amar es maravilloso, siempre y cuando no esperemos nada a cambio de darlo. Así nos lo dá Dios y así el quiere que lo entreguemos. Me alegro de amar y haber amado sin esperar nunca nada a cambio!!!