“Hay días que yo preferiría no tener que vivirlos, … Como dice el Eclesiastés debo alegrarme mientras estoy sano y me encuentro lleno de vitalidad en mi cuerpo. Pero esta es nuestra condición que nos alegremos mientras es tiempo de hacerlo, pero que estemos dispuestos a aceptar de mano de Dios, lo que resulta menos agradable. Solo seré capaz de alegrarme cuando también esté dispuesto a desprenderme de la alegría” Anselm Grum
Las reflexiones de estos últimos días como siempre me han puesto a pensar mucho sobre mi vida y las cosas que quiero seguir cambiando en ella. Ha sido un año un poco complejo, uno de esos como dice Grum que hubiera preferido no tener que vivirlo. Pero cuando pienso en todas las personas andan por ahí con miles de problemas peores que los nuestros, siento que es injusto que no debo pensar de esa forma. Siempre habrá alguien que tenga una vida más complicada que la que nos toca a nosotros y la lección de hoy es que debemos alegrarnos cuando las bendiciones llegan, pero también debemos estar dispuestos a desprendernos de esa alegría y aceptar los tiempos de tormenta que nos tocan.
“La alegría es el arte de meterme de lleno en el instante” Que frase más hermosa. Que difícil se me hace meterme de lleno en el instante, y disfrutar de la alegría que me trajo el momento, comprender que en realidad debo disfrutarlo porque no sé cuándo volverá.
“Yo soy responsable de que la alegría se intensifique en mi interior o que lo haga el disgusto, la inquietud, el descontento, la desilusión mía y del mundo entero” solo yo puedo controlar mis emociones o dejar que ellas me arrastren y duren hasta que quieran.
“La tristeza forma parte de la vida igual que la alegría” se trata de hacer las paces con esos momentos de tristeza que nos llegan, comprender y estar de acuerdo con mis anhelos insatisfechos, mi soledad o mi incomprensión.
Pues hay que seguir adelante el propósito en estos meses que quedan del año es aprender a “Meterme de lleno en el Instante”