“La mayor de las bienaventuranzas es poder vivir de lo que uno ama… y la segunda … Amar aquello de lo que uno vive” Martín Descalzo
Cuando estaba adolescente mi papá me regaló una imagen fotocopiada que tenía un muñequito de Snoopy sobre un árbol. Estaba acompañado de una frase que decía: “Ahí donde Dios me ha puesto debo florecer” No sé porque esta mañana al leer la reflexión de Martín Descalzo me acordé de esta imagen. Quizás porque alude a aquello de “Amar aquello de lo que uno vive”
(Nota… no tengo la imagen del árbol conmigo, se que la tengo en casa guardada, pero quise poner a Snoppy como símbolo- imagen tomada del Web)
Esta semana he andado un poco arrastrada haciendo lo que me toca. Haciendo un gran esfuerzo porque las cosas salgan bien, es un poco difícil cuando tenemos el ánimo abajo hacer las cosas… y además bien.
Dice Martín Descalzo… “Son pocos los que disfrutan la primera (bienaventuranza) y pocos los que conquistan la segunda” Y es que en verdad es muy difícil pasarse la vida haciendo solo lo que uno ama, por eso creo que aunque debemos empeñarnos en hacer lo que amamos, debemos aprender a amar aquello de lo que uno vive.
“Todos hemos sido llamados primero a vivir; luego al gozo, al amor y a la fraternidad; y por último a una vocación única, que es nuestra y no es de nadie más” Pero debemos descubrirla, y muchas veces no es tan fácil.
Descalzo compara la vocación a la estrella de Belén, tan clara que muchas personas no la vemos… La vocación no es oscura, a veces solemos confundirlas con tenues estrellas del capricho o ilusiones superficiales, también a veces se ocultan por ratos y hay que seguir buscándolas a tientas o avanzar por los extraños caminos de las circunstancias.
Después nos da 4 elementos decisivos para encontrar la vocación:
- Libertad – que debe salir de una pasión interior.
- Capacidad, coraje y lucha – tal vez seremos feliz pero no necesariamente cómodos.
- Terquedad – solo tiene vocación quien no sea capaz de vivir sin realizarla.
- Realismo – a veces debemos compartirla con aquello que nos da de comer.
Hay muchas cosas que deseo pedir hoy… Aprender a amar aquello de lo que vivo… perseguir mi vocación, lo que amo con libertad, coraje, terquedad y mucho, mucho, mucho realismo.
Carolina como siempre tus palabras precisas y atinadas segun yo, claro.
He pasado y vuelvo a pasar muchas veces por ese lugar de recisarme el lugar donde he sido «sembrado o plantado».
Siempre obtengo nuevas riquezas de esas revisiones! !!.
Graciascpor ser instrumento de volver a poner luz sobre el tema en mi vida.
Fuerte abrazo!!