Muchas veces nos ocurre que descubrimos que la vida de uno tiene más sentido del que estamos dispuestos a aceptar. Esto creo que me ocurrió esta semana.
Debí comenzar el lunes contenta, después de pasar unos días en casa descansando haciendo lo que quería, y además, acabábamos de vivir la Semana Santa y la resurrección, era un momento de estar alegres. Pero no sé, tal vez los mismos días tranquilos en casa y en soledad, me hicieron amanecer el lunes un poco triste. Esto fue lo que encontré en la mañana, ese día, al leer mi reflexión:
“Asi muchas personas que esperan a Dios o que esperan llenar sus vidas y sus almas, no acaban de descubrir que Dios y su alma están en lo que están viviendo y haciendo, en sus amigos y vecinos, en el amor que malgastan por creerlo menos importante… Cada uno debe coger su vida a cuesta, con las dos manos, con todo el coraje y construirla, afanosamente, como se escala una montaña o tal vez, modestamente, como se construye una casa”
A lo largo de ese día me tocó escuchar algunos problemas y malas noticias de otros y comencé a pensar que las cosas para uno, tal vez, no están tan mal.
Dice Martín Descalzo: “La tristeza no es ciertamente un pecado, a ratos es inevitable. Lo que si es evitable y seguramente es un pecado, es la tristeza voluntaria” De repente se descubre que muchas veces uno decide estar triste, y no porque en realidad exista una razón verdadera. Y continua diciendo: “Hay un enorme número de personas que en su vida eligieron las aceras de sombra en pleno invierno. Se pasan la vida re-masticando sus dolores o fracasos en lugar de paladear la alegría o alimentar la esperanza; dedican mas tiempo a quejarse y lamentarse que a proclamar el gozo de vivir”
“En todo dolor hay ráfagas de alegría, o cuando menos de consuelo… incluso en los momentos más amargos de nuestra vida tenemos la posibilidad de disminuirlos”. Debemos aprender a encontrar las ráfagas de alegría en nuestra vida, a disminuir los momentos donde llega la tristeza sin ser invitada y pretende instalarse donde no la han llamado.