En estos dias por diversas razones ando un poco triste. Uno debería estar alegre al comenzar el año, pero no siempre las cosas salen como uno quiere. Pues a propósito de las lagrimas y las tristezas encontré en mi libro de Esther de Waal algunas frases relativas al dolor y a propósito de la humildad:
«Si miro honestamente a mi interior, tengo que reconocer mi pecado, tomar conciencia de mis fallos y constatar de que se trata de algo que ocurre una y otra vez. Permanecer ante Dios con nuestros fracasos, heridas, caos, vulnerabilidad consituye una experiencia de Humildad. Creo que en lo mas hondo de nuestro ser sabemos que sólo enfrentandonos a ellos podemos iluminar la oscuridad. Esto significa que debemos comenzar por dolernos realmente de nuestros pecados sin excusas o fingimientos».
Al leer esta reflexion pensaba que normalmente cuando fallamos en algun aspecto de nuestra vida, lo hacemos repetidamente y aunque sabemos que fallamos y tratamos de mejorar no es extraño volver a caer en el mismo error. Esther recuerda luego de esta reflexión, la parabola del hijo pródigo, y decía que Dios siempre esta alli, como el padre de la parábola con los brazos abiertos esperando que reconozcamos que fallamos y volvamos a él una y otra vez. Pero lo que mas me llamó la atención es que ella dice que permanecer ante Dios a pesar de los fallos, es una muestra de Humildad y cuando fallamos debemos reconocer nuestros fallos en lo profundo de nuestro corazón y con dolor.
Creo que debemos ser humilde no sólo ante Dios, sino ante los demas, para permanecer delante de ellos a pesar de los Fracasos, heridas, caos y vulnerabilidad… a veces creo que es mas fácil ir donde Dios cuando fallamos, que ir donde nuestros semejantes, tal vez porque sabemos que Dios estará con los brazos abiertos, pero los demas…?? no necesariamente, tal vez los tendremos alli con sus criticas y palabras que nos harán sentir peor de lo que estamos.
Pensaba que tambien… nosotros aveces somos esos «OTROS» orgullosos cuando alguien viene a nosotros y reconoce que ha fallado. Asi que creo que la Humildad es un valor que debemos vivir y trabajar en nuestras vidas.
«El miedo siempre empobrece, pero el dolor ennoblece» dice Esther de Waal citando a la novela de Alan Paton: «Llorar la tierra amada», «El dolor es mejor que el miedo. El miedo es un viaje, un viaje terrible, pero el dolor es al menos un punto de llegada». «Lagrimas. Dios mio, ¿Quien sino tu me las dará?», agrega Esther… «Al llorar se abre la puerta por la que podemos pasar».
Creo que al llorar dejamos que salga el dolor que llevamos dentro y reconocemos con humildad que fallamos.
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