Estos son los Días del Paisaje


El comentario de mi papá en mi último post, me hizo recordar un artículo que él mismo me regaló hace unos años escrito por: Ana Veciana Suarez, el artículo salio publicado en El nuevo Herald, buscando en la web descubrí que es una columnista del Nuevo Herald, al parecer de padres cubanos y escribe en español, tiene varias novelas en ingles. Transcribo el artículo completo, pues no tiene desperdicios… espero que nos sirva para reflexionar y pensar que debemos disfrutar los dias del paisaje porque estos son los que recordaremos al llegar a nuestra próxima estación.

Durante días mi amigo estuvo esperando que llegara una importante noticia del correo. Cada sobre podría revelar su futuro: una gran oportunidad que le ofrecieran, o le negaran. Durante días, las exasperación de la espera lleno hasta sus mas insignificantes pensamientos y acciones.

Observándolo durante la espera , me hizo pensar en todas las otras demoras dolorosas en nuestra vida, los obstáculos que nos impiden continuar. Por supuesto mientras esperamos, vamos al trabajo o a las clases, pagamos las cuentas, y visitamos a los amigos, pero lo hacemos de mal gana mirando ansiosos por la ventana que da al mañana ¿como vamos a concentrarnos en el hoy su tenemos una oportunidad, una posibilidad un cambio, por delante?

Mi hermana menor se ha demorado entre la graduación de la universidad y el aviso para comenzar en la escuela de derecho mas de un año. Ella no empieza hasta agosto. Mientras tanto existe sin comprometerse con nada, con ninguna persona, no ha llegado allá, pero cada vez mas está menos aquí.

Otras personas que conozco están esperando una oferta de trabajo fuera de la ciudad. Dentro de unos días, tal vez una semana, ella va a saber, y su vida va a cambiar probablemente en forma precipitada. Por ahora, no vale la pena firmar un nuevo contrato de arrendamiento del automóvil, mas vale no invertir en una casa.

Estas brechas en la vida son inevitables, pero para muchos de nosotros esperar se ha convertido en un estado permanente: Cuando me gane la lotería, cuando termine de estudiar, cuando ahorre dinero, cuando ella cambien cuando el se componga.

Mientras esperamos, la brecha entre lo que tenemos y lo que queremos se convierte en un abismo que nos traga, y la intensidad del presente es absorbida hasta el tuétano, por la preocupación, o las esperanzas de mañana.

Yo se que soy muy vulnerable a ese pecado. Constantemente tengo que recordarme a mi misma que tengo que pensar en el aquí, vivir el ahora, en vez de estar suspendida entre hechos y etapas. Cuando el bebe sea mas grande. Cuando mi hija se gradué de secundaria, cuando termine todo lo que tengo por hacer.

Un amigo me dijo que cuando cumplió los 60 años se dio cuenta que llevaba demasiado tiempo en el tren esperando llegar a la estación. Se la había olvidado disfrutar del paisaje. Ahora en el crepúsculo de su vida, se estaba esforzando por recuperar el tiempo perdido. Ya no ve las cosas como si fuera la primera vez. “no dejes que eso te pase a ti, me advirtió”.

Yo lo escucho, pero solo a veces. Todavía me hallo esperando el próximo mes, la próxima reunión, las próximas vacaciones, y creo que eso sucede porque hay algo mágico en la anticipación de la espera. La esperanza es eterna, las posibilidades son interminables.

Como lo eran para mi amigo, el que estaba esperando la carta. Durante aquellas semanas de espera, deseando que hubiera buenas noticias, imaginaba una nueva vida, inventaba nuevas amistades, soñaba con un nuevo apartamento. El sabía que las posibilidades de recibir la respuesta que él deseaba eran remotas. Pero mientras, esperaba convencido de que lo lograría contra todas las probabilidades. Cuando las probabilidades le fueron adversas, y le arrancaron los sueños con unas pocas líneas mecanografiadas, se sintió traicionado. Le tomo darse cuenta de las bendiciones que tenía en su vida.

Pero, ¿No es siempre así? Siempre estamos dispuestos a creer que el futuro que imaginamos va a ser mejor que nuestro presente real, y nos olvidamos de que estos son los días del paisaje, los que vamos a recordar con nostalgia al llegar a la próxima estación.




Un comentario en “Estos son los Días del Paisaje

  1. Muy cierto. Para ir por el mundo y apreciar mejor el paisaje de todas las estaciones por venir, esta es mi receta; -incluida la de hoy-:

    Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .
    Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
    Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
    Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
    Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
    Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
    Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
    Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.

    Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
    ser comprendido, sino comprender;
    ser amado, como amar.

    Porque es:
    Dando, que se recibe;
    Perdonando, que se es perdonado;
    Muriendo, que se resucita a la
    Vida Eterna.
    ______________________
    Pertenece al gran San Francisco; con ella se aprecia mucho mejor el paisaje de la vida. Gracias por compartir «Estos son los Días del Paisaje» y congratulaciones por el blog.

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