Memorias


Esta semana fui al oculista. La chica que me atendió, me pidió que me quitara los lentes,  proyectó en la pantalla las letras y me pidió que las leyera. «Que optimista», pensé para mis adentro. Le dije que no podía ver las letras y ella me dijo que me pusiera los lentes y entonces leyera. Mientras esperaba que me atendieran para el siguiente proceso,  vino a mi memoria, la primera vez que use lentes.

Mi hermano usaba lentes hacía un tiempo, nosotros caminábamos alrededor del estadio olímpico con mis padres que iban a hacer ejercicio, mi hermano se quitó los lentes y me los pasó. Yo comencé a juguetear con ellos poniéndolos y quitandolos, y comencé a mirar un letrero que había a lo lejos, y le dije a mi papá: «Papi, pero cuando yo me pongo los lentes de Eduar yo veo mejor ese letrero», entonces mi papá dijo: «Queee!!!, habrá que llevarte al oculista»

Yo pensé que mi papá bromeaba hasta que unos días después anunció que teníamos una cita con el oculista. En esa época la vida comercial se desenvolvia alrededor de la calle El Conde, y allí fuimos con el papá.  El oculista era un señor ya mayor y me sentaron en una silla y proyectaron algo en la pared, era un carácter grande, el doctor me pidió que le dijera qué veía y yo dije; «Un cuatro» entonces escuché que le decía a mi papá: «Tú oyes Danilo, ella dice que es un cuatro», no siguió preguntando por los demás números y letras, cuando me puso los lentes y vi que el caracter grande no era un cuatro sino una letra A, dos lagrimas rodaron por mi mejilla, porque sabía que inevitablemente tendría que usar lentes.

Debía tener unos 11-12 años. Pienso en lo que pasaba por mi cabeza en aquella época, era una chica extremadamente tímida y callada, acomplejada porque era gordita y tenia el pelo malo, según los estándares de la época, media Nerd, ese término no se usaba en ese entonces, pero sé que lo era, y ahora lentes!!, eso era el fin del mundo.

Ahora me asombra lo vívidos que pueden ser algunos recuerdos y como otros momentos de mi vida los he borrado por completo. ¿Qué provoca que la memoria sea tan selectiva? Imagino que aquellas situaciones que han marcado nuestras vidas se mantienen en la memoria, aquellas positivas y sobre todo las negativas.

Yo sigo escribiendo cada día lo que me ocurre, pero en ocasiones al llegar la noche, el día ha estado tan convulsionado que a veces olvido situaciones que han pasado. ¿Para qué escribo? ¿Algún día volveré a leer esas libretas llenas de reflexiones y cosas que ocurrieron en mi vida y que ya no tienen ninguna relevancia? No creo que a nadie le interese mi vida, algunas veces pienso que tendré que hacer una fogata en el patio con todas las libretas cuando aún esté lúcida, porque no sé si quisiera que alguien leyera mis pensamientos, aún cuando ya no esté. 

Tal vez todo esto ha venido a mi mente por la canción de Barbara Streisand que he estado escuchando en estos dias

Mem’ries light the corners of my mind

Misty water-colored mem’ries

Of the way we were

Scattered pictures of the smiles we left behind

Smiles we gave to one another

For the way we were

Can it be that it was all so simple then

Or has time rewritten every line

If we had the chance to do it all again

Tell me, would we? Could we?

Mem’ries may be beautiful and yet

What’s too painful to remember

We simply choose to forget

So it’s the laughter we will remember

Whenever we remember the way we were

The way we were

«Los recuerdos iluminan los rincones de mi mente.

Recuerdos brumosos de color agua.

De la forma en que éramos

Imágenes dispersas de las sonrisas que dejamos atrás

Sonrisas que nos dimos el uno al otro

Por la forma en que éramos

¿Puede ser que todo fuera tan simple entonces?

¿O el tiempo ha reescrito cada línea?

Si tuviéramos la oportunidad de hacerlo todo de nuevo

Dime, ¿lo haríamos? ¿Podríamos?

Los recuerdos pueden ser hermosos y aún así

¿Qué es demasiado doloroso para recordar?

Simplemente elegimos olvidar

Entonces es la risa la que recordaremos.

Cada vez que recordamos la forma en que éramos

Tal como fuimos»

2 comentarios en “Memorias

  1. Querida Carolina
    No la conozco pero me identifico con sus vivencias y principios
    Como siempre disfrute de un relato sencillo, cálido, sincero y familiar.
    Un abrazo desde Chile
    Miriam
    PD No queme sus memorias estoy segura que más de alguno las disfrutará .

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