Gabriel acababa de cumplir 15 años era un chico alto, delgado y con el pelo negro ensortijado, pero llegar a la adolescencia era lo peor que le había pasado. No por las hormonas que, menopaúsicas, provocaban que el pelo brotara a borbotones por las partes más insospechadas de su cuerpo, sino desde que a su … Continúa leyendo El Diputado