Vidas Anodinas


Me gradué de la universidad en Octubre del año 88, hubiera preferido no ir a la graduación multitudinaria de la UASD pero… cómo decirle a mi papá que se iba a perder el honor de ver a su hija graduada, hasta me gradué con Honores: Cum laude. Ahora esas cosas como que no importan, pero en aquella época eso era un gran honor y aunque uno no lo crea graduarse con honores en la UASD, en la carrera de química no era tan fácil.

Me imagino que era un día de trabajo, mi papá me obligó a mandar a hacer un vestido con la tía Nana, aunque le insistía que no veía la necesidad porque al final iba a tener que ir con una toga y el vestido no se iba a ver. Pero en eso no lo convencí; en lo que no transigí fue en peinarme, me había pasado 5 años con mis rizos y la cabeza llena de trencitas (no las de ahora, trencitas que yo misma me hacía para bajar un poco la greña) que me pareció falta de coherencia ir ese dia al salón a peinarme. Para agravar mis rizos, ese día llovió y salgo en la foto como la leona de la Metro.

Porque me he acordado hoy de mi graduación… ahí vamos.

Me volví a casa y luego me fui con unos amigos a celebrar, pero fue una celebración sencilla de amigos y sé que volví temprano a casa, y recuerdo que cuando llegué mi mamá me dice que había llegado una señora que dijo que era profesora mía de la universidad a traerme un regalo, lo que me asombró sobremanera; que una profesora de la universidad se hubiera tomado la molestia de averiguar dónde quedaba mi casa para ir a llevarme un regalo de graduación, era algo que esa época me apretó un poco el corazón.

La profesora se llamaba Milesia Acosta, era profesora de química análitica y yo había sido su monitora en el laboratorio (como una ayudante de profesor). En la universidad yo siempre andaba con un libro y si no estaba en clases, estaba leyendo, era una costumbre que había tomado desde las penúltimas vacaciones del colegio y que ya nunca he podido dejar. Lo cierto es que esta profesora me observaba leyendo y un día me preguntó qué me gustaba leer, cuando le dije que novelas, encontramos un gusto en común y no volvimos a hablar de clases o de química, siempre que la encontraba me comentaba lo que estaba leyendo y le gustaba que le contara qué me parecía lo que había leído.

Una anécdota curiosa, además del regalo de graduación, del cual voy a hablar, fue que ella, al descubrir que me gustaba leer me prestaba libros, y yo odio que me presten libros, porque tengo que devolverlos y me veo en la obligación de leerlos y luego la persona espera que le cuente si me gustó, y sobre todo en aquella época donde era una chica super timida, nunca le hubiera dicho que un libro que me prestó no me gustaba. Lo cierto es que el libro que me prestó era de Mario Vargas Llosa, yo ya había leído la Tía Julia y el Escribidor y sabía que no era un escrito sencillo de leer. Pues la novela que me prestó en esa época fue: “ La guerra del fin del mundo”, juro que nunca me ha dado tanta brega leer un libro como ese, pero lo terminé y le dije a la profesora que me encantó antes de devolverlo y recé para que no me volviera a prestar otro libro.

Pero el libro que Milesia me llevó de regalo el dia de mi graduación fue: “ La casa de los espíritus” de Isabel Allende y creo que es uno de los mejores regalos que alguien me ha hecho en la vida, tal vez tarde o temprano hubiera dado con Isabel Allende, pero el libro me encantó y me hice adicta a ella. Hace un rato hice balance y he leído 24 libros de Isabel Allende. Mi cuñado me dice que después de los tres primeros ya no pudo seguir leyéndola porque sentía que se repetía, eso es una afirmación un poco injusta porque aunque de vez en cuando vuelve a su Chile natal ha escrito mucho que no necesariamente es de Chile, y bueno al fin y al cabo, de qué uno puede escribir sino es de lo que conoce.

Pues recordando esto me di cuenta que Isabel Allende fue el primer libro de una mujer que yo leí. Hasta ese momento leía como una loca pero solo de escritores masculinos. 

Isabel Allende comenzó a escribir a los 50 años, pienso que estoy 10 años tarde, ella acaba de sacar su última novela con 82, la pedí por anticipado y pienso leerla en unas vacaciones que tengo en un par de semanas.

Los otros días leí un artículo en el periódico El País sobre la cantidad de libros que llegan a las editoriales: “Avalancha de Manuscritos no solicitados: La literatura paralela que nunca llega a Publicarse”  y decía que: Reciben 25 libros cada semana, Se escribe cada vez más?…“Vamos a más, hay una incontinencia tremenda. Mucha gente piensa que tiene una vida suficientemente interesante para ser contada, pero al final nuestras vidas son todas bastante anodinas…

En Anagrama, reciben anualmente entre 600 y 1500 textos silvestres. “Hace un par de años decidimos pausar la recepción de manuscritos no solicitados porque nos resultaba muy difícil mantener un plazo de respuesta razonable”

Confieso que cuando leí estas estadísticas se me desinflaron todas las ganas de alguna vez escribir un libro, al final la mía es una vida anodina más. 

He decidido seguir escribiendo para mi, porque me gusta o porque me desahogo o simplemente porque es un martes y son las 10:30 de la noche y no logro dormirme y mejor me levanto y vierto en tinta y papel o en pantalla y tecla lo que tengo en mi cabeza… y dejo que quienes sí saben hacerlo y sus vidas anodinas son de interés público sigan escribiendo para nosotros, los que llevamos miles de libros leídos en nuestro haber y disfrutamos sumergiéndonos en las vidas inventadas de los demás.

3 comentarios en “Vidas Anodinas

  1. Hola Carolina

    Leo tus historias con interés, pienso que cada vida es única. Anodina en ciertas etapas y muy emocionante en otras.

    Y acá entre nosotras tengo una sana envidia por tu vida “anodina”; a veces tenemos vidas muy tormentosas, complejas y por lo mismo posiblemente “interesantes” pero no muy felices.
    Sin embargo esta vida es un regalo del creador, una fiesta en un lugar increíble y hay que agradecerla y disfrutarla.

    Miriam C

  2. Hola Caro, tanto tiempo, colega! Te felicito por tu elección, hay un abismo de diferencia y de humanidad plasmado en los escritos de Isabel Allende, y alguien tan inhumano y servil a las derechas opresoras como Vargas LLosa. No sé si te gusta el género de ciencia ficción tipo Marvel, pero con mas contenido y enseñanza, te recomiendo que puedas ver por Netflix si lo tenes disponible, El Eternauta, con Ricado Darín, ganador de un Oscar con la Historia Oficial. Ya con una de las frases de cabeceras, puedes darte una idea: antre la adversidad, NADIE SE SALVA SOLO. Te envío un gran abrazo a la distancia, Tu amigo de Argentina, Hector ________________________________

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