Una mañana de un sábado en casa. A esta hora Fer siempre estaba durmiendo, no se levantaba hasta tarde, pero es increíble como el hecho de que sé que está lejos y no durmiendo en su cuarto puede afectarme tanto. Debo enfrentar que la soledad será mi nueva realidad.
Se que no puedo quedarme así, simplemente rumiando mi nueva realidad y aquí frente a mi computadora inventó una agenda de cosas que debería aprovechar para hacer. Es una tontería que ahora es que tome la decisión de hacer una agenda, porque la verdad, ya Fer es un hombre y no tenía que cuidarlo, así que todo lo que puedo comenzar a hacer ahora, perfectamente lo hubiera podido hacer cuando él estaba aquí, pero a veces nos toca darnos de frente con nuevas situaciones, para que caigamos en la cuenta que debemos cambiar.
Tengo mil años, claro en sentido figurado, que no me siento a escribir. Hace unas semanas tenía que escribir algo en conmemoración del 61 aniversario de los papas y no se me ocurría nada. Estoy oxidada, pero la mejor forma de engrasar las tuercas es simplemente sentarme a escribir y eso hago.
Reflexiono sobre la soledad, porque uno puede sentirse solo aunque esté rodeado de personas. Siempre he sido una persona solitaria, me gusta estar conmigo y que nadie me hable, antes cuando estaba sola pensaba mucho en el pasado, pero he logrado superar eso. Cada vez más intento vivir el presente con intensidad.
¿Qué quisiera hacer en mi nueva realidad? Quiero leer, retomar mi ritmo de lecturas; estudiar, escuchar las lecciones de historia que tengo en aquella aplicación; quiero escribir, pero no reflexiones, quiero volver a escribir cuentos; quiero aprender italiano, dedicar tiempo a estudiar y practicar para poder hablar y entender. Tengo mucho tiempo libre ahora, así que lo que tengo que hacer es organizarme y dejar de perder el tiempo. Dice mi hijo que debería buscar un grupo para hacer actividades fuera de casa y conocer personas, se siente extraño eso, me recuerda cuando estaba en la universidad, y en el fondo del corazón tengo la sensación de que esa época pasó.
¿Llegará alguna edad donde no es posible conocer personas nuevas? la mayoría de la gente estará en completo desacuerdo si hiciera esta afirmación. Tal vez es simplemente que no se si tengo deseos de conocer personas nuevas… pero a la vez extraño hablar con alguien, una conversación interesante, al final con personas nuevas uno tiene la oportunidad de hablar cosas nuevas, si te juntas siempre con las mismas personas da la impresión de que uno recircula las mismas conversaciones.
En fin siento que debo sacarme todas esas cosas que tengo en la cabeza para poder comenzar a escribir cosas que valgan la pena y aqui estoy escribiendo todo lo que se me ocurre… ya llegará la musa.