Escrito #15. Quisiera volver a creer.


01 de marzo 2024

Cómo es posible que sea primero de marzo y que febrero haya pasado por mi vida sin apenas darme cuenta.

Hoy es un día de sentimientos encontrados. Esta mañana al levantarme encontré una frase que es parte del salmo 18. «El es mi roca y fortaleza en quién puedo temer». Pensaba en una persona cercana que está sufriendo mucho, y reflexionaba sobre lo difícil que debe ser vivir en medio del dolor físico, pero también para los que están alrededor. Ver a alguien que amamos sufriendo y sentir la impotencia de no poder hacer nada. Solo descansar en Dios para que nos dé la fortaleza para soportar y seguir adelante, eso para los que creemos en algo, no me imagino como puede ser para los que no creen.

No juzgo a nadie, cada cual es libre de creer o no. A veces pienso que creo en Dios porque de lo contrario sería tan difícil llevar a cuesta el sufrimiento que a veces la vida se empeña en darnos. 

Hace unos días estaba en una reunión conversando con alguien que comentaba, que uno siempre piensa que los sufrimientos que tiene que soportar son los peores, esa persona nos contó la historia de la pérdida de una sobrina y lo duro que había sido para su hermano perder a su hija de 23 años, pensé en mi hijo y lo duro que debe ser perder a un hijo. Luego me viene a la cabeza varias situaciones de chicos de 30 años que en los últimos tiempos han perdido a su padre o a su madre, pienso en los mios que tienen 90 años y lo dichosa que he sido porque he podido disfrutar durante toda mi vida de ellos y sé que cuando llegue el final de sus dias estaré conforme porque vivieron larga vida y a plenitud. 

Pero lo cierto es que es muy difícil uno pensar en el dolor ajeno cuando uno está pasando por momentos difíciles en la vida. Siempre uno va a entender que nuestros problemas son lo peor. 

Una de las primeras novelas largas que leí era de Somerset Maughan, Servidumbre Humana, el chico del libro tenía un pie equino. Su tío era ministro de la iglesia presbiteriana y un día le escuchó leyendo el sermón del pasaje de la biblia que decía que la fé mueve montañas. Le preguntó a su tío si ese paisaje era en sentido figurado o si en verdad, si uno tenía suficiente fé era capaz de mover una montaña. Su tío le dijo que si tenía suficiente fé todo lo que pidiera se le iba a conceder. El chico pidió con todo su corazón que cuando se levantara al otro día su pie se hubiera curado, al levantarse y descubrir que no había sido así sufrió su primera decepción. Pensó que tal vez no había pedido con suficiente fé, o tal vez no le había dado suficiente tiempo a Dios, o tal vez… y los tal vez se repitieron hasta que se dio cuenta que su pie nunca se iba a sanar y que el pasaje era otro más donde el mensaje era en sentido figurado. Aun despues de leer esta historia yo pensé simplemente que eso era solo una novela, y que Dios sí tenía poder de hacer milagros y probablemente seguí creyendo en esa fé ingenua y haciendo promesas y rosarios.

Un día en que la vida me jugó mi primera mala pasada, comprendí que Dios no podía hacer nada, que los hombres somos responsables de nuestro actuar en la tierra, que Dios no nos envía ningún castigo, pero tampoco nos puede salvar del sufrimiento, lloré por tres años e hice las paces con el Dios que solo puede darme fortaleza, sabiduría y valor para seguir adelante.

Esta mañana tenía deseos de ser otra vez la niña de 12 años que cree en los milagros. Tenía deseos de pedirle a Dios que curara a alguien, que de repente mañana se levante y resulte que ya no tiene cáncer. Mi hijo pequeño dice que «es difícil ser adulto» y creo que tiene razón, pero lo más difícil es aceptar el sufrimiento y que no hay nada que podemos hacer .

Hoy no quiero pedir nada para mi, solo quisiera que Dios pueda ser la roca y la fortaleza, de una familia que sufre en medio del cancer, de la familia de aquel pobre hombre que regresando de su trabajo un desaprensivo le quitó la vida, de otra familia que perdió su hijo sin entender porqué, y de tantos que sufren sin entender qué mal han hecho en la vida para que esto les pase. 

Un comentario en “Escrito #15. Quisiera volver a creer.

  1. Querida Carolina siento y pienso como tú y por eso leo con interés tus publicaciones.
    Hace un tiempo encontré respuestas para muchas preguntas que me hice por largos años; preguntas que por lo visto nos hacemos muchos y con genuino interés.
    Tienes un lindo corazón y tu fé es prueba de ello.
    Un abrazo y que Dios te siga guiando a Su conocimiento.
    Miriam

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