En el malecón de Santo Domingo hay una estatua de Fray Antón de Montesinos, creo que fue un regalo del gobierno Mexicano a nuestro país, es el símbolo es el famoso discurso de Fray Anton de Montesinos diciendo que: «Era la voz que clama en el desierto» Ego vox clamanti in deserto, en ese momento reclamaba por los indígenas de la isla y el maltrato de los españoles. Una de estas mañanas el evangelio hacía referencia a Juan, con esa misma frase: «era la voz que clama en el desierto… rectificar el camino»
Me vino a la cabeza muchas voces en el mundo que parece que claman en el desierto sin que sean escuchadas: los que claman por la paz y que terminen las guerras, que desaparezcan las discriminaciones, contra los inmigrantes y las mujeres, voces que claman por el medio ambiente, porque haya menos pobres y las riquezas del mundo se puedan distribuir equitativamente. Parece que desde Juan, pasando por Montesinos y hasta llegar a nuestros tiempos seguimos gritando en el desierto sin que muchas personas le importe o se dignen a escuchar, sobre todo aquellos que tienen el poder en sus manos y que pueden hacer algo para cambiar el mundo.
Entonces me preguntaba ¿si no está en nuestras manos hacer grandes cambios en el mundo? ¿Eso supone dejar de gritar en el desierto? la respuesta por supuesto es NO, creo que debemos gritar aunque sea para nosotros mismos, o para los que están en nuestro radio de acción y sobre los que tenemos alguna incidencia, porque quedarse callados no puede ser una opción.
Cuando recién comenzó el año leí un artículo en el periodico El País, la columnista en lugar de escribir sus propósitos para el 2024 decidió escribir lo que no quiere hacer en el 2024. Estoy de acuerdo con ella que puede resultar más fácil hacernos propósitos de las cosas que uno no quiere hacer, aunque eso no significa que sea más fácil cumplirlo. ¿Qué cosas no quiero para el 2024?
- No quiero que la decepción y las frustraciones de apoderen de mi vida y socaven mi alegría
- Que las malas noticias de guerra mermen mi ánimo
- Creer que todo el mundo es como los políticos que se pasa la vida prometiendo cosas que no va a cumplir
- Creer que solo hay malas noticias en el diario
Quiero tal vez ser voz que trae buenas nuevas en medio del desierto de malas noticias que vemos todo los días y si definitivamente quiero ver la vida con más alegría y menos pesimismo.