Escrito #2


Hace unos días estaba haciendo un trabajo en la empresa donde trabajé hace 23 años, fue mi último trabajo como empleada. Cuando iba saliendo de un área y me dirigía a otro lugar donde estaba trabajando, un par de chicas jóvenes se ofrecieron a acompañarme, perfectamente hubiera podido llegar sola a donde iba, pero pronto me di cuenta de cuál era la razón de su insistencia en acompañarme. 

No habíamos caminado ni diez pasos cuando me abordaron con la pregunta: ¿Y es cierto que usted trabajó aquí hace muchos años? ¿Cuéntenos cómo fue eso? Querían saber cómo había pasado de ser una empleada en una de las empresas más grandes del país a  ser dueña de mi propia empresa, les conté resumida mi historia, y me sentí un poco embarazada cuando me di cuenta de lo que les había impactado mi historia, me dijeron que yo era un referente para su vida, que muchas personas me admiran por lo que he llegado a ser y que ellas esperaban algun dia poder seguir mi ejemplo.

Después que las deje y cuando llegue a mi casa en la noche me sentía extraña, por un lado un poco orgullosa de saber que puedo ser referente para nuevas generaciones pero extraña de que en estos tiempos alguien valore ese tipo de cosas. Después de todo no soy una rapera o una dembowsera famosa, ni una youtuber o influencer de las redes. Recordé también a una chica que contraté hace unos meses en la oficina, había pensado en ella para un puesto y cuando la llamé para entrevistarla me dijo que ella se sentía orgullosa de que una persona como yo hubiera pensado en ella y de poder trabajar conmigo.

Hace dos fines de semana estaba almorzando con mi hijo, anda con una idea de un proyecto que quiere desarrollar y ha decidido ir escribiendo una especie de diario del porqué se le ha ocurrido esa historia, creo que perfectamente pudiera terminar en un libro; de repente me dice que quiere leerme lo que ha escrito y me asombra descubrir que según él, su idea ha estado influenciada por mi y ha surgido a raíz de ese afán mío de perseguir el orden y todo esa  planificación por la que se ha caracterizado mi vida.

El lunes mientras caminaba se me ocurrió que iba a escribir algo sobre estos sentimientos, pero no anoté la idea, y en la noche cuando traté de acordarme,  las preocupaciones del día habían ocupado completamente mi cabeza y me olvide lo que pretendía escribir, hasta hoy… mi propio hijo me ha vuelto a hacer recordar.

El estaba impartiendo su clase de animación y me llamó en alta voz con sus alumnos para preguntarme como se llamaba la película de Disney de los dálmatas que era muy  famosa, yo estaba seguro que el sabia el nombre de la película y no entendía a donde quería llegar o porque me lo preguntaba y respondí sencillamente: «101 dálmatas» entonces me dice: «Y cuál era el nombre por el cual ustedes la conocían cuando eras pequeña», entonces caí en lo que me estaba preguntando: «La noche de las narices frías», respondí ese era el nombre que le dieron en español a la película que vimos en un autocinema que había en Naco, cuando probablemente tenia 9-10 años. 

¿Porque esta historia me hizo recordar lo que quería escribir? Porque pensé que no nos damos cuenta de todo el impacto que podemos tener sobre los jóvenes que están a nuestro alrededor y como nuestra vida, nuestras historias pueden dar un giro distinto a sus vidas. Porque en los últimos días en medio de mi sentimiento de soledad, me ha dado por pensar que tal vez ya no me queda mucho por hacer de este lado de la vida, pero de repente cuando te das cuenta cómo tu vida si ha tenido trascendencia sobre algunas personas, te retractas y piensas que tal vez andas un poco equivocada.

No cuento esto para vanagloriarme de lo que he hecho en mi vida, porque la verdad, tal vez, hasta estos incidentes no había caído en la cuenta de que mi vida no ha transcurrido en vano, Sino tal vez lo escribo para darme cuenta que… «Tal vez mi vida no ha transcurrido en vano»

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