Leí esto el sábado en mi libro de Grum (Encuentra tu equilibrio Interior) y he pensado tanto en estas palabras, siento que encierran una gran verdad. Pasamos por la vida creando expectativas de las personas que nos rodean: del compañero de vida, de los hijos, amigos, de los compañeros de trabajo, de los empleados, y cuando no hacen las cosas que esperamos entonces nos sentimos heridos y decepcionados, y muchas veces los demás ni se enteran que tenemos esas expectativas sobre ellos.

La gente es como es y es muy difícil que alguien cambie por otra persona… siempre pensé que si te casas con una persona pensando que lo vas a cambiar en el camino, la cosa comenzó mal. Si hay algo de lo que me siento tranquila es que creo que nunca trate de cambiar al padre de mis hijos, lo acepte siempre con sus defectos y con todas las virtudes que tenia. Aunque eso no quiere decir que con eso tendremos éxito en el matrimonio, porque en el camino tu compañero cambia y entonces ya no le gusta como eres, y entonces puede ocurrir lo que me paso a mi, él cambio, yo no, y fin de la historia. De nuevo por hacerse idea de lo que el otro debe ser.

Pero yendo a un plano mas general creo que andaríamos por el mundo mas tranquilos si no nos la pasamos creando ideas de lo que deben ser los demás, nadie nos decepcionaría. Sé que no es una tarea fácil, creo que debemos tener una gran fortaleza interior y una unión profunda con Dios para que, lo que hagan o dejen de hacer los demás no me importe o no me afecte. No depender de lo que los demás piensen de mi, pero tampoco juzgarlos por lo que hacen o por como lo hacen.

Termino igual que siempre pidiendo a Dios que me de esa fortaleza interior para que: !Solo Dios Baste!!!. Se que eres el único que no se decepcionara de mi… y en cada paso errado que dé me ayudaras a levantarme y seguir adelante.